Parece un tópico, y de hecho lo es, pero no por ello deja de ser igualmente válido. La Semana Santa no se puede explicar, es un sentimiento. Fue una de las ideas que lanzó en su pregón inaugural el cardenal fray Carlos Amigo Vallejo, ante miles de zaragozanos, para inaugurar las festividades en la capital aragonesa. Por delante, una semana de tambores, bombos, redobles, pasos religiosos, nazarenos, emoción y tradición. La Semana Santa 2012 de Zaragoza ya está aquí.

Este año le tocó a Amigo dar la bienvenida a la celebración, una de las más importantes de la ciudad. "Ser pregonero no es fácil en un lugar en el que no se ha nacido. Los sentimientos son irrepetibles", afirmó ayer, antes de dar el pregón ante una multitud de vecinos de la ciudad, en la presentación del discurso. El leit motiv también se repitió entre los asistentes, llevados por las emociones de los primeros redobles que partieron a las 18.15 de la iglesia de Santa Isabel de Portugal, centro neurálgico de la Semana Santa zaragozana.

INSEPARABLES Amigo no se complicó. Recurrió a los clásicos: el Ebro, el Pilar, los tambores. "No tengo inconveniente en hablar de los tópicos", indicó. A fin de cuentas, según él, la Semana Santa de Zaragoza se compone en ese escenario, y es fundamental en su desarrollo. Amigo admitió no haber estado nunca en la capital aragonesa durante estas fechas, pero espera mucho de los actos que prepara la ciudad.

"La conozco a través de conversaciones y lecturas, y tengo una visión muy positiva". Amigo destacó el entusiasmo de las gentes de la ciudad, del que le habían hablado. Los zaragozanos quisieron, de algún modo, responder. El paso de la primera procesión estuvo constantemente acompañado de una muchedumbre colorida, disfrutando del espléndido día que abrió la Semana Santa.

Todas las cofradías, las 24, desfilaron hasta la plaza del Pilar, donde a las 20.00 horas se leyó el pregón.Algunos turistas ya se encontraban en el primer paso. "Yo vengo de Sevilla", explicó María Carmen Amorós, cuyo sobrino, costalero de la capital hispalense, participará en una procesión de Zaragoza. Aprovechando, se queda durante toda la semana. "De momento bien. Es distinto. Es la primera vez que vengo", dijo.¿Lo más sorprendente? "Los tambores", claro, que a su paso retumbaban con fuerza y vigor.

Cerca de ella, un grupo de jóvenes observaba el paso. "Somos cofrades desde hace años", explica Lorena Casas. La tradición se cala hasta los huesos. "Llevamos toda la vida en la cofradía La Columna", añade Paloma Corpas. Son el futuro de la celebración, que con su pasional sábado se adentró en siete días de sentimiento.

Por otra parte, en Teruel se iniciaron también los actos religiosos de cara a su Semana Santa. En la capital turolense se inicó con la exaltación de instrumentos, también conocida como retreta, en la que participaron ocho bandas de las cofradías de la capital y dos bandas invitadas. Un acto muy seguido tradicionalmente por los turolenses y que contó con un elevado número de niños y jóvenes participando.