Las máquinas entrarán por Zaragoza el próximo lunes cuando comiencen los trabajos de renovación de un tramo de la calle Don Jaime. El consistorio ha decidido cambiar la imagen de esta céntrica vía e invertirá alrededor de 175.000 euros en elevar la altura de la calzada hasta la de las aceras. Como resultado, esta calle se convertirá en una única plataforma hasta la calle Mayor, pero de uso diferenciado, por un lado irán los peatones y por el otro los vehículos autorizados, es decir, exactamente igual que ahora. Llama la atención que este proyecto se incluyó entre las propuestas de los presupuestos participativos y que los técnicos la descartaron por no ser viable.

La jefatura del departamento de Planificación y Diseño de la Movilidad Urbana justificó su decisión alegando que: «Esta actuación dificultaría la accesibilidad al transporte público. Al disponer la calzada y las aceras a la misma altura, se aumenta la altura de acceso a los autobuses. Previamente hay que plantear el desvío de las líneas de autobús por otra calle». Sin embargo, ahora Zaragoza en Común (ZeC) ha propuesto poner en práctica esta medida sin que sus obras hayan sido anunciadas en el perfil del contratante, como se hace en estos casos. La diferencia entre el proyecto ciudadano y el del Gobierno es la peatonalización, descartada por ZeC.

Los trabajos comenzarán el lunes y se prolongarán durante dos meses, por lo que las líneas de bus que pasan por esta calle serán desviadas y sus paradas desplazadas. Así, la 28, la 29, la 35, la 39, la N1, la N2, la N7 y el autobús turístico circularán por San Vicente de Paúl. Todas las paradas de Don Jaime se instalarán de forma provisional en Echegaray y San Vicente de Paúl. El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, explicó ayer que la reforma de la calzada solo afectará al tramo comprendido entre el paseo Echegaray y la calle Espoz y Mina, de manera que se convertirá en una plataforma única que «mejorara la estética del entorno de la plaza del Pilar, su accesibilidad y el comercio de la zona». El consistorio también aprovechará para reparar el pavimento y los bordillos deteriorados. Los trabajos consistirán en poner una gran capa de cemento hasta alcanzar la altura de las aceras, que se mantendrán intactas. El pavimento será marcado y seguirá la misma estética que la del puente de Piedra. Todo el recorrido estará delimitado por pequeños bolardos, ya que el tráfico rodado continuará como hasta ahora, limitado a autobuses y taxis.

Las obras comenzarán a realizarse en el tramo «más conflictivo», matizó Muñoz, en la zona de la calle Mayor, donde las máquinas estarán trabajando alrededor de 20 días. El principal motivo por el que se ha decidido reasfaltar solo la mitad de Don Jaime se debe a las prisas, ya que las fiestas del Pilar están a la vuelta de la esquina y esta vía es una de las más limitadas en esas fechas. El concejal añadió que también quieren probar la eficacia de esta técnica. El reasfaltado con adoquines, como estaba en su origen, queda totalmente descartada debido a su baja durabilidad, su alto coste de mantenimiento y la incomodidad por su superficie irregular así como el ruido emitido por la rodadura.

A partir de las 11.00 horas del lunes se cortará al tráfico el paso transversal desde la calle Mayor a Espoz y Mina. Los garajes afectados tendrán que acceder desde Santa Isabel y San Braulio por Espoz y Mina. Durante las obras, se prohibirá el estacionamiento en la calle Espoz y Mina para garantizar el paso de vehículos en ambos sentidos. Se hará lo mismo con el estacionamiento en la calle Mayor, en el tramo entre Refugio y Don Jaime I. Al cortarla, los vehículos tendrán que circular por Refugio por lo que se permitirá el giro en ambos sentidos en la intersección entre Refugio y San Jorge.