El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) ha actualizado el protocolo del ayuntamiento de la capital aragonesa para los realojos en situaciones de emergencia, como puede ser un incendio o derrumbe de vivienda, o bien un riesgo inminente para los moradores de un inmueble en malas condiciones. Si hasta ahora se solía optar por una estancia provisional en el albergue municipal, mientras se buscaba una alternativa habitacional, el nuevo sistema opta, preferentemente, por la cesión temporal de una casa del parque público de Zaragoza Vivienda, en alquiler social.

El protocolo ha sido elaborado conjuntamente por el área de Derechos Sociales, que dirige Luisa Broto y, dentro de ella, la concejalía de Vivienda, que lleva el edil Pablo Híjar. Además, fuentes municipales quisieron aclarar que se trata de un programa de medidas excepcionales y, como tal, sujeto a múltiples requisitos.

Por ejemplo, el hecho de que solo podrán acogerse a él quienes realmente no tengan ninguna otra alternativa, por falta de otra vivienda, medios económicos o una red familiar o de amigos que puedan acogerlos.

Si los técnicos de Urbanismo determinan que los residentes de una casa tienen que abandonarla, por siniestro o riesgo inminente, y se demuestra la situación de carestía, se activará este protocolo de coordinación por el que serán alojados preferentemente en un inmueble del parque de Zaragoza Vivienda, en régimen de alquiler social.

Este, aclararon fuentes municipales, tendrá unos plazos a determinar en cada caso, mientras se busca una alternativa más estable, y contará con un seguimiento del caso por parte de una comisión de seguimiento.

NO EXCLUYENTE

El programa, según el consistorio, «no excluye la posibilidad del albergue municipal», que sigue siendo una buena alternativa, pero ciertamente una casa propia da ventajas de intimidad y condiciones de vida a las familias afectadas. El problema estará en tener casas disponibles, ya que el parque en propiedad del consistorio no da de sí para las solicitudes de alquiler social que ya se reciben. Y las negociaciones para ampliarlo, según las mismas fuentes, no dejan de encontrar resistencia por parte de bancos e inmobiliarias.

La mejor prueba de que este programa es excepcional es que por ahora, que se sepa, solo se ha aplicado una sola vez en Zaragoza, aunque también es cierto que fue puesto en marcha como prueba piloto hace pocas semanas. Los servicios sociales y trabajadores municipales están siendo instruidos sobre él para poder aplicarlo a los casos que surjan.