El Ayuntamiento de Zaragoza cuenta con 51 inmuebles que suman 62.240 metros cuadrados que no tienen uso y que se van a publicar en la web municipal para darlos a conocer a la ciudadanía y poder abrirlo a la presentación de propuestas de uso o gestión por parte de la ciudadanía.

Así lo ha explicado en rueda de prensa el consejero municipal de Urbanismo, Pablo Muñoz, quien ha explicado que el actual listado es de 2015 y se va a actualizar.

Para realizar el catálogo se ha realizado una visita a cada uno de los inmuebles con el fin de poder conocer cuál es su situación, clasificarlos por usos y plantear un programa de recuperación.

Una vez conocidas las valoraciones sobre esos edificios, en una segunda fase se realizará un estudio más detallado sobre las posibilidades que ofrece cada uno de ellos y cambiar si es necesario los planes que había previstos para alguno.

Otros ya cuentan con dotación económica, como los 400.000 euros incluidos en el presupuesto de 2017 para el museo de la Imprenta Blasco.

La mayoría de los equipamientos incluidos tiene algún uso: deportivo, educativo, social, cultural, administrativo u otros, aunque una parte de ellos no tiene en la actualidad ninguno y se encuentra cerrado y a veces en estado de abandono.

Algunos de los edificios de esta relación tienen un importante valor artístico e histórico, y están incluidos en el Catálogo Histórico Artístico de Zaragoza como es el Palacio Fuenclara, que está restaurado solo exteriormente pero abandonado en el interior y sin ningún uso previsto.

Situación en la que también se encuentran las antiguas viviendas de oficiales del cuartel Sangenis en la calle Madre Rafols, aunque se tiene intención de convertirlo en residencia de estudiantes; los antiguos depósitos subterráneos de Pignatelli y la vivienda del guardia, cerrados y sin uso previsto desde hace años, o la portería de La Cartuja, restaurada y a la que se pretende dar uso pronto.

También se incluyen los antiguos Baños Judíos que están en el sótano de un edificio moderno de viviendas, para los que se adquirió un local para hacer un acceso público pero siguen cerrados.

Hay algunos edificios de gran tamaño catalogados de Interés Arquitectónico, como la antigua fábrica Giesa o Schindler, la Harinera de San José o el antiguo instituto Luis Buñuel, estos dos últimos rehabilitados por la sociedad Zaragoza Vivienda y con uso previsto.

En el caso de la fábrica de Giesa en cambio, que es el edificio sin uso de mayor tamaño, está abandonada y dadas sus grandes dimensiones se han podido realizar acciones de limpieza ni reparaciones salvo para adecentarla y evitar peligros.

Otros edificios catalogados se han usado para prácticas de oficios y de rehabilitación del alumnado de las escuelas taller como el pabellón occidental de acceso al cementerio de Torrero, la Nave de la Ternera del Matadero y la Casa del Director de la Azucarera, ahora cerrados a la espera de uso.

También están catalogados como Interés Arquitectónico el antiguo taller de los Hermanos Albareda, un local dentro de la casa Palafox, la antigua Capilla del Manicomio, los pabellones de acceso al Cementerio y la antigua cárcel de Torrero.

En el taller de los Albareda, que está cerrado, se han hecho algunas obras con contrato menor, de reparación y limpieza, y se van a empezar muy pronto trabajos en la cubierta más alta y en el alero y fachada, que están en muy mal estado.

Con la misma catalogación figuran las dependencias anexas a la Celda del Prior de la Cartuja, cuyo interior se encuentra en muy mal estado.

Otro edificio que no está catalogado pero podría estarlo es el antiguo colegio Tomás Alvira, en la calle Numancia junto al Matadero, en el que se han efectuado pequeñas obras de reparación en las cubiertas y está pendiente de recuperación.

Tampoco está catalogado el edificio vacío en el cuartel de San Agustín, junto al Albergue, con fachadas, cubiertas y estructura restauradas hace pocos años.

El resto de fichas corresponden a edificios y locales no catalogados entre los que figuran locales que ocupan, en general, la planta baja de edificios y que estuvieron dedicados a actividades municipales como centros culturales o de ocio, guarderías, oficinas o policía de barrio, actualmente cerrados y sin uso.

Existen también locales en edificios recientes que no han sido utilizados nunca.

El resto son edificios completos como el antiguo conservatorio de la calle San Miguel, o los edificios de policía de barrio de Torrero y Oliver, que ya no están calificados como equipamiento en el Plan General, por lo que podrían ser vendidos o dedicados a usos diferentes.

Una nave en Valdespartera que se acondicionó como oficinas para las obras de urbanización permanece sin uso pero se va a acondicionar próximamente.

Otros edificios de tamaño importante son el antiguo colegio Ramón Sender o J.J. Lorente en el barrio Oliver y la antigua Gerencia de Urbanismo junto a la Romareda.

En el listado también se incluyen algunos edificios sin uso relacionados con las infraestructuras de la ciudad, en los depósitos de Casablanca, en la Almozara y en el barrio Oliver.

No se han incluido en las fichas los edificios que tienen uso en alguna de sus partes pero tienen otras vacías y abandonadas, como el Cuartel de Pontoneros o las antiguas oficinas de la calle Casa Jiménez, ni el inmueble en obras en el barrio Rosales del Canal que pertenecía a Remar y ha sido adquirido por el Ayuntamiento.