El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) defendió ayer los cambios en la última Cabalgata de Reyes, cuando no pasaron a adorar al Niño en el belén, alegando que era una muestra de la «laicidad» de una cita que «no es religiosa, sino cultural». El edil conservador Enrique Collados les acusó de «destruir todas las tradiciones» de la ciudad por motivos religiosos, ya que «la Epifanía va de eso».