El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) abre el melón de las ordenanzas fiscales del año próximo en medio de las tensiones por las sociedades municipales con toda la oposición, incluidos los dos partidos llamados a apoyarle en la aprobación de los impuestos, tasas y precios públicos para el 2019, el PSOE y CHA. A ellos se ha dirigido por correo, el pasado lunes, para trasladarles su invitación a negociar, poniendo sobre la mesa una oferta difícil de rechazar: una bajada generalizada del IBI a todos los hogares de la capital aragonesa.

Sería la mejor carta de presentación en año electoral, ya que se traduciría en aminorar el tipo impositivo en más del 6%, una bajada que amortiguaría la subida que, si no hay acuerdo, se producirá, en la misma proporción. Es decir, si la izquierda llega a un pacto bajará el recibo -en torno a un 1% o 2%- y, si no, automáticamente subirá un 5% o un 6%.

El área de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza ha estudiado todas las posibilidades para que esta decisión, que alivie el recibo más costoso para el contribuyente, no se traduzca en un agujero en los ingresos. De manera que se puede considerar que tiene trampa o, mejor dicho, que el que algo quiere algo le tiene que costar. En este caso, el punto de partida, que no el definitivo, será trasladarles la propuesta de que se baje el IBI a todos los hogares a cambio de mantener el impuesto en el caso de los garajes comunitarios y de las grandes empresas. El denominado uso almacén que grava a aquellos estacionamientos con un valor superior al millón de euros.

DISPUESTO A BAJAR EL UMBRAL // La explicación es sencilla para justificar este planteamiento. Se trata de que si se decidiera suprimir el tipo diferenciado que desde el año pasado se aplica a estos garajes en la capital aragonesa, el consistorio perdería «en torno a dos millones de euros de recaudación», explicaron a este diario fuentes municipales. Aunque también se considera que estas serían posiciones de máximos en una negociación que, no hay que olvidar, la oposición o PSOE y CHA tendrán opción de matizar. Y es que el Gobierno municipal está dispuesto a modificar el umbral por el que, actualmente, se está gravando a estos garajes con el IBI diferenciado. Todo es estudiarlo.

El planteamiento no es, en absoluto, una opción cerrada y «hay margen para negociar». Y tampoco está dispuesto a sacrificar una mejora que beneficiaría a casi 300.000 inmuebles, la del IBI residencial general, por una discusión que afecta a solo 135, por más que se les haya duplicado el recibo este año y pese a que la oposición no comparta la reflexión de que se trata de los aparcamientos más caros de toda la ciudad, no la gran mayoría de los que en estos momentos existen en ella.

Aún así, ya están las cartas sobre la mesa de negociación y, al parecer, ningún impuesto, tasa o precio público más se tocará este año. Sería contraproducente antes de acudir a la cita con las urnas. Y no parece el momento más adecuado para afrontar una negociación más compleja con unos apoyos, PSOE y CHA, radicalmente en contra de ZeC desde el pasado 9 de febrero, con el golpe dado a las sociedades expulsándoles de la toma de decisiones.

El resto son modificaciones «técnicas», casi de enunciado solo, y aumentar las bonificaciones en el impuesto de circulación para incentivar las energías limpias. Así, los vehículos híbridos enchufables podrían obtener un 65% de descuento el año que viene. Hasta ahora solo la tenían los no enchufables y los que son 100% eléctricos.