El devenir de las naves no catalogadas de la factoría Averly se decide en solo dos semanas y ayer el responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Muñoz, dio algunas pistas de cuál será su oferta para conseguirlo el próximo día 22. Mover la edificabilidad de sus suelos a otra zona de la ciudad, sin necesidad de compensar económicamente a los dueños del suelo, la constructora Brial, y ampliando la protección sobre este patrimonio a todos los terrenos de la vieja fundición del paseo María Agustín.

No quiso avanzar ni dónde iría a parar esa edificabilidad, ni como se va a lograr impedir la obligación legal de indemnizar a una empresa que adquirió el suelo antes siquiera de que la DGA, a través de Patrimonio, catalogara como Bien de Interés Cultural (BIC) el 32% de la propiedad, incluyendo la nave de ajustes, las oficinas de la empresa, la residencia de la familia Hauke y el jardín decimonónico. Pero su apuesta no pasa ni por la expropiación ni por la permuta de suelo, aseveró, porque la negociación con los dueños "está cerrada" desde hace tiempo.

POR IMPOSICIÓN Mover la edificabilidad supone ampliar la posibilidad de hacer más pisos a alguna parcela o cambiar los usos de otras en las que ahora no se permita la construcción de viviendas. Sea cual sea la opción, lo que dejó claro Muñoz es que la decisión vendrá impuesta, no negociada, y por el pleno de la ciudad, no por el Gobierno de Zaragoza en Común. Y además, que se decidirá en el mismo pleno en el que figurará, en el orden del día, otro expediente, el de la concesión de la licencia de derribo solicitada por Brial. Todo o nada para Averly en una sola sesión.

"Hace falta voluntad política", reiteró el responsable de Urbanismo ayer, la que le pedirá a los grupos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza para mover ficha a la vez y en favor de su propuesta. ¿Y si es que no? "Si el pleno no quiere, que no va a ocurrir, se concederá la licencia de demolición", garantizó Muñoz.

En cualquier caso, el acuerdo del pleno incluirá tres aspectos fundamentales para cumplir con la legalidad, remarcó, que son "conseguir la protección de todo Averly, no realizar un desembolso económico a cambio y respetar los derechos de la propiedad, que podrá materializar la edificación".