La plantilla de trabajadores del Ayuntamiento de Zaragoza se ha incrementado en 54 personas desde junio de hace dos años, cuando Zaragoza en Común (ZeC) se hizo cargo del Gobierno municipal. El aumento es mayor si se tiene en cuenta que, hasta diciembre del 2015, la cifra cayó hasta los 4.934 empleados, por jubilaciones pendientes y otras resoluciones, con lo que el incremento hasta los 5.020 actuales sería de 86 desde esa fecha.

El alcalde en funciones, Alberto Cubero, defendió ayer como concejal de Servicios Públicos la apuesta de ZeC por el empleo público, una «prioridad» de la que dan cuenta estas cifras y la contratación de 176 funcionarios de carrera fijos en sus dos años de mandato, frente a los 106 contratados en los cuatro de la anterior legislatura de Gobierno socialista. Pero aún están lejos de recuperar los «500 o 600» que se han perdido durante «los años de austericidio y recortes» de la crisis económica, cuando «la tasa de reposición no superaba el 10%».

Por ello, Cubero apostó por seguir incrementando las contrataciones, y «como mínimo recuperar los 600» empleos perdidos, con los que además se facilitaría «rescatar los servicios externalizados». Para el concejal, una plantilla municipal amplia, además se ayudar a una sociedad «en la que el paro azota», permite «unos servicios públicos de mejor calidad e impide tentaciones» externalizadoras.

NEGOCIACIÓN

Cubero presumió además de que las «prioridades» en la contración han sido «acordadas con los sindicatos, los legítimos representantes de los trabajadores», y con este acuerdo se ha priorizado la incorporación de operarios, auxiliares administrativos y licenciados de la categoría A-1. «Pero no quiere decir que no hagan falta (refuerzos) en todas las áreas, porque no se han recuperado» de la pérdida de empleos en los últimos años, advirtió el edil.

El concejal confió en que tanto a nivel municipal como en otros niveles de la Administración se puedan desbloquear las ofertas de empleo público. El consistorio está ultimando la convocatoria de la que queda pendiente del año pasando, y «diseñando» la de este ejercicio, con la mente puesta en seguir ampliando el personal. «No vamos a poner límites al empleo público», subrayó.

Por el momento se acaba de celebrar la oposición para la convocatoria de 40 plazas de bombero, uno de los cuerpos mermados en los últimos años, y que aún está pendiente de contar con un nuevo jefe después de que el anterior fuese traslado al frente del Museo del Fuego de la ciudad. Para dotar la nueva plaza se amortizarían dos, pero con acuerdo sindical, ya que igualmente no se iban a cubrir.