Uno de los proyectos más ambiciosos de la iniciativa privada impulsados, desde el punto de vista urbanístico, al final de la legislatura pasada se enfrenta el próximo viernes a la votación definitiva para recibir la aprobación municipal y plantearse, siete meses después, la ejecución del proyecto. Se trata de la torre de 20 alturas proyectada en la plaza de Europa, resultante de la reordenación de todas las unidades volumétricas incluidas en su redacción inicial, para ganar más plantas y convertirse en un referente en la capital aragonesa. Por ser lo más parecido a un rascacielos en Zaragoza y en uno de los puntos más transitados.

El pasado mes de mayo se dio luz verde inicial a su construcción con los apoyos de PSOE, PP y CHA. Solo IU puso reparos a su edificación con más alturas, sobre todo por el impacto visual que podría representar. Ahora es quien gobierna la ciudad, bajo las siglas de Zaragoza en Común (ZeC) y la demora en retomar el expediente empezaba a ser incómodo.

Finalmente los técnicos municipales han informado favorablemente, porque su aprobación definitiva está incluida en el orden del día de la Gerencia de Urbanismo que se celebra el próximo miércoles. O al menos su votación, en la que hay una formación más a votar, Ciudadanos, y tres partidos como PP, PSOE y CHA que, salvo sorpresa mayúscula, ratificarán su posición.

Un orden del día en el que también se ha incluido, casualmente, un expediente relacionado con Pikolín. Pero no se trata del outlet de la carretera de Logroño, sino la petición de licencia urbanística para la fase II de sus obras en la plataforma logística de Plaza. El otro proyecto, sigue a la espera de los informes de los técnicos.