El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) ha logrado conseguir los apoyos suficientes, aunque mínimos, para destinar 5,4 millones de los 17 del remanente del 2016 al pago de parte de la facturas de la cuenta 413 -de pago a proveedores-. Solo CHA votó a favor, junto a ZeC, frente a la abstención del resto de los partidos de la oposición que denunciaron la faltaba de información.

El responsable de Economía, Fernando Rivarés, dio pocas explicaciones sobre la idoneidad de destinar solo 5,4 millones al pago a proveedores en lugar de los 9,6 que serían necesarios para dejar a cero la cuenta 413. En lugar de confirmar que los 3,8 millones que no sanearan con el remanente se han abonado con cargo al presupuesto del 2017, como denunció la oposición, optó por gastar prácticamente todo su tiempo de intervención en atacar el PP. El portavoz del PP, Jorge Azcón, que acusó a Rivarés de «mentir y ocultar información», le hizo tres preguntas: por qué se pagaba a unos proveedores y no a otros, por qué había decidido pagar las facturas más recientes en lugar de las más antiguas y que más intereses generaban y, por qué había optado por pagar a «las grandes empresas del Ibex 35 en lugar de a los autónomos». No obtuvo respuesta.

Desde el PSOE, Javier Trívez, acusó al concejal de «descapitalizar» el presupuesto del 2017 ya que, «en lugar de utilizar el remanente para pagar las facturas, lo hacen a cargo de las cuentas de este año. Esto es una patada hacía delante», aseguró. Para el socialista, el Gobierno de ZeC está siguiendo una estrategia que tiene como único propósito salir del plan de ajuste para vender la imagen de la buena gestión de su gobierno y «ponerse una medalla».

Desde C’s, Sara Fernández criticó duramente al responsable de finanzas por pagar cinco facturas con el presupuesto de este año provenientes de FCC, Gas Natural y Urbaser. «¿Por qué no utiliza el remanente para abonar estas facturas?. Lo ha hecho todo al revés», aseguró. Solo CHA votó a favor de esta modificación. Según su portavoz, Carmelo Asensio, es importante abonar «lo antes posible» las facturas a las pequeñas empresas que trabajan para el ayuntamiento. Admitió que el principal problema se centraba en el pago de los créditos ICO. Para Asensio, después de conocer el destino del remanente, ya no había motivo para votar en contra.