"Está francamente difícil", afirmó el consejero de Urbanismo, Pablo Muñoz, ayer durante una comparecencia en el Ayuntamiento zaragozano cuando se le preguntó sobre el proceso de negociación del edificio de la antigua fundición Averly. El consejero reconoció que todavía no existe ningún acuerdo con la propiedad para salvar la parte no catalogada del complejo, sobre la que pesa una licencia de derribo.

Muñoz insistió en la postura del Ayuntamiento de Zaragoza, que es la de "intentar llegar a algún acuerdo", y recordó la falta de apoyo de los grupos del consistorio, excepto de Chunta Aragonesista, a su propuesta de paralizar la concesión de la licencia para modificar el Plan General de la zona para equipamientos y realizar una permuta de suelos con los propietarios para residencial. Por ello, aseguró que está siendo un proceso muy complicado "por esa situación de debilidad".

Respecto a la permuta de suelos, el consejero reconoció la dificultad de algunos de los propuestos porque además de que son propiedad de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad, están ubicados en otra unidad de ejecución y no cuentan con la reparcelación aprobada. Sin embargo, no descartó estudiar otras posibilidades de suelos.