El teniente de alcalde de Economía y Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, insistió ayer en «defender la ley y aplicarla» respecto a la inmatriculación por parte de la Iglesia de la catedral de la Seo y las iglesias de La Magdalena, Santiago el Mayor y San Juan de los Panetes. Solo un día después de que el presidente de Aragón, Javier Lambán, se desmarcara del intento de disputarle la titularidad al Arzobispado de Zaragoza, el edil remarcó que «el patrimonio tiene que estar en manos públicas» y comentó que esta actitud de «mantenella y no enmendalla» de Lambán es «legítima» pero difiere de la de ZeC. «Los demás que hagan lo que consideren», añadió.

El concejal defendió que lo que está haciendo el consistorio «es evitar que se cumpla el plazo» para que prescriba y se perpetúe, ya que «nadie cuestiona el uso religioso posterior». Pero apostilló que son «cuatro edificios patrimoniales muy importantes que fueron construidos, mantenidos y recuperados con dinero público». Remarcó que la intención «siempre ha sido la de la conciliación» con la Iglesia pero que no ha habido respuesta aún.