La Comunidad de Regantes APAC de Mequinenza acordó, en su asamblea extraordinaria, una modificación estatutaria por la que incluirán en su seno a los futuros regantes y se ampliará el perímetro regable de las actuales 1.524 hectáreas hasta las 3.000. La decisión salió adelante con 679 votos a favor, 65 en contra y 4 en blanco.

El objetivo de esta medida es acortar los plazos, facilitar trámites y abaratar los costes de tramitación de la ampliación de regadíos "para que antes de final de año el proyecto esté redactado y solicitar al Gobierno de Aragón la declaración de interés general", según apuntó Antonio Sanjuán, presidente de la comunidad de regantes.

Un proyecto que es "sostenible económicamente y medioambientalmente" para Sanjuán y que marcará "el futuro de los regantes, de la economía y el empleo de la zona", añadió.

En dicha asamblea también se acordó una derrama de 50 euros por hectárea y año, fraccionada en pagos trimestrales, que deberán abonar los regantes expectantes para hacer frente a los gastos derivados de todo el proceso y que acabarán con la presentación del proyecto de ampliación de regadíos. Este permitirá el riego por presión natural en toda la zona regable y dimensionar la estructura de bombeo para que utilice las horas valle con el consiguiente ahorro energético.

MINIMIZAR EL COSTE

"Minimizar el coste energético ha sido la principal razón por la que se ha apostado por esta fórmula", informó el Ayuntamiento de Mequinenza. En cuanto a las grandes cifras del proyecto, se calcula que la segunda fase de los regadíos con la incorporación de las 1.500 hectáreas supondría una inversión de 18 millones de euros, de los que la mitad los aportaría el Gobierno de Aragón. Un primer estudio, a falta de los datos exactos que se conocerán cuando esté redactado el proyecto, estima que el coste por hectárea para los futuros regantes sería de 5.500 euros, mientras que para los actuales, que verían mejoradas sus actuales instalaciones, sería de 500 euros.

Según el consistorio, la propuesta inicial pasaría por aumentar la capacidad de bombeo con un segundo punto de captación y una segunda tubería de mayor diámetro, así como construir un nuevo embalse a una cota mayor y que se abastecería por bombeo del actual.

Esto permitirá regar por presión natural a cualquier hora y utilizar las energías renovables. Con estos elementos, se calcula que podrían mantenerse los cerca de 7 céntimos de euro que cuesta bombear un metro cúbico de agua desde el embalse de Mequinenza a los cultivos.