El centro penitenciario de Zuera, en Zaragoza, fue utilizado por el Gobierno como el lugar idóneo para acercar a los etarras disidentes al País Vasco, la conocida como vía Nanclares. En la actualidad pocos quedan, ya que la doctrina Parot supuso la puesta en libertad de nueve internos.

Entre los que todavía están entre rejas zaragozanas es Francisco Mujika Garmendia, alias Pakito, que está previsto que salga en libertad en 2016. Fue máximo dirigente de ETA entre 1987 y 1992 y fue condenado a más de 4.500 años por el asesinato o inducción al asesinato de 25 personas.

También está Juan Carlos Aguilar, el falso shaolín, que caba de ser condenado a 38 años por asesinar en Bilbao a dos mujeres con alevosía, incluso las diseccionó. Otro de ellos es el torero José Ortega Cano que podría no volver si Instituciones Penitenciarias le confirma oficialmente el tercer grado, ya que ahora está disfrutando de un permiso. Fue condenado a dos años y medio por el accidente mortal de Carlos Parra.