Exactamente cinco años y un mes después de lograr el ascenso con el CAI Aragón, Fernando Bolea regresó a la Asobal con el Rayet Guadalajara. Tras superar al Palma del Río en las semifinales del sábado (30-27), el equipo dirigido por el aragonés selló su pasaporte a la máxima categoría después de derrotar al Pozoblanco en la tanda de penaltis de la gran final (26-26 tras la prórroga), en un partido agónico e interminable que acabó en un estallido de felicidad, dos mil personas celebrando el éxito y un equipo manteando a su técnico. Junto a Bolea volvieron a ascender Gonzalo Navarro y Sergio de la Salud, que también militaban en aquel CAI, y en las filas alcarreñas juega el zaragozano Juan Basmalis, que llegó junto al técnico en el 2007.

"Ha sido muy duro. El sábado hicimos un buen partido y hoy (por ayer) los dos equipos llegábamos muy cansados, hacía mucho calor, no dábamos abasto secando balones, y creo que hemos llegado a la prórroga por agotamiento. Hemos tenido en nuestra mano ganar pero se ha decidido en los penaltis. He sufrido mucho durante los 60 minutos de partido, luego ya piensas ´que sea lo que Dios quiera´, porque no puedes controlar lo que pasa", resume Fernando Bolea.

Empate total

El Pozoblanco llegó a tener tres goles de ventaja, los locales dos, ambos desperdiciaron balones de partido en el último minuto, pero el choque llegó empate al descanso (12-12), al final del tiempo reglamentario (23-23) y del añadido (26-26), en un intercambio continuo de goles y de nervios, decidiendo la suerte final de los penaltis, en la que Jorge Oliva estuvo más acertado bajo palos y decantó la balanza del lado alcarreño. Castilla La Mancha tendrá el próximo curso cuatro equipos en la máxima categoría: Ciudad Real, Cuenca, Toledo y Guadalajara.

"Ascender siempre es un éxito y en este caso somos un club joven, que prácticamente no tiene ni tres años. El ambiente ha sido espectacular, la gente recordaba cuando Guadalajara estuvo en Asobal hace trece o catorce años y ha sido muy bonito", indica el técnico zaragozano. El mérito del ascenso se amplía por el nivel mostrado por el Prasa Pozoblanco. Los cordobeses superaron a uno de los grandes favoritos, el Anaitasuna, también tras prórroga y penaltis, y estiraron sus opciones hasta el límite en la final. "El Pozoblanco venía un poco de tapado, pero logró eliminar a la que, para mi, es la mejor plantilla de la categoría, el Anaitasuna. Cuenta con jugadores veteranos que saben leer muy bien los partidos y al final se han merecido el ascenso tanto o más que nosotros. No es que hayan echo una fase final digna, es que han estado sensacionales", admite Bolea.

Fernando Bolea llegó a Guadalajara en junio del 2007. Un grupo de exjugadores, con el apoyo de empresarios y el Ayuntamiento, quería recuperar la máxima categoría del balonmano, perdida hace casi tres lustros por una deuda de siete millones de pesetas. Empezaron desde cero en Primera Nacional y, el primer curso, dieron el salto a División de Honor B. La temporada pasada alcanzaron el playoff y perdieron la final contra el Cangas.

Segunda oportunidad

En esta ocasión, su tercera campaña de vida, el ascenso directo se les escapó por dos puntos -el Puerto Sagunto conquistó su plaza Asobal como campeón--, pero como segundos de la fase regular se ganaron el derecho a organizar la final. "El cruce era propicio y jugábamos en casa, pero es complicado jugar dos partidos de tanta exigencia tan seguidos, somos una plantilla corta y muy joven", dice Bolea.

La temporada que viene, el zaragozano tendrá la oportunidad de debutar como técnico en la Asobal, después de haber dirigido al CAI Aragón en División de Honor B y al Pallamano Conversano de Italia. "Hay ciertas similitudes con Zaragoza porque también apareció una gran firma y el club confió en mi, aunque aquí hay menos medios y Zaragoza es mi casa. Pero este éxito me llena mucho porque aquí me siento muy querido y respetado". Bolea ya piensa en futuro. "La idea es mantener la base que ya tenemos, reforzarnos buscando bueno, bonito y barato y luego conjuntar todo eso. Partir con humildad, con mucho orgullo, sin excesivas aspiraciones, modestos pero peleones. La verdad es que tiene buena pinta". Fernando Bolea vuelve a la Asobal.