El CAI Zaragoza completó ayer el puzzle de su nueva estructura deportiva con el anuncio oficial de la contratación de José Luis Abós como entrenador. El aragonés ha firmado un contrato de 1+1 con la segunda campaña condicionada al ascenso a la Liga ACB. Con la incorporación de Abós, el CAI da por hecho que jugará en la LEB Oro y pone el último de los pilares de su novedoso organigrama, hecho a imagen y semejanza de Reynaldo Benito. El presidente del club ha llevado a cabo un profundo lavado de cara interno y se ha rodeado de profesionales de su absoluta confianza. Abós es uno de ellos, como también lo son Pedro Enériz, que abandona el CN Helios para encargarse de la gerencia de la entidad, y Willy Villar, con el que Benito llegó a jugar al baloncesto en el Albacete y que será el responsable de la dirección deportiva las próximas dos temporadas.

"Me gusta como se están haciendo las cosas en el CAI. Eso es mérito de las decisiones que está tomando Reynaldo Benito. Tengo mucha fe en el grupo de trabajo que está formando", confirmó ayer el sucesor de Alberto Angulo en el banquillo del CAI, antes de declararse "ilusionado y responsabilizado" por dirigir al equipo de su ciudad. Abós coincidió con Villar en el Inca durante tres años y estuvo a las órdenes de Pedro Enériz en el Helios como jugador. Joaquín Ruiz Lorente, amigo suyo muy cercano, será su segundo. "Sé que hay mucha gente en Zaragoza que ha puesto en mí su confianza. Tenemos un objetivo muy importante que lograr entre todos y hemos de trabajar lo más unidos posible. Con Willy Villar hemos estado tres años y eso lo hará todo muchísimo más sencillo, tanto a la hora de construir el equipo como en el día a día".

José Luis Abós llega al CAI Zaragoza con cuatro jugadores en plantilla: Quino Colom, Matías Lescano, Roberto Guerra y Oliver Arteaga. Decidir su futuro estará en sus manos. "Si ellos quieren seguir, estarán los cuatro. Pero el futuro depende también de lo que ellos piensen y de algunos condicionantes que pueda haber. Buscaremos la mejor solución para los jugadores y para el club", apuntó el entrenador en clara referencia a la alta ficha de Guerra para la LEB y a la incertidumbre que rodea a la situación de Colom, que tiene una cláusula por la que puede abandonar el club si se va a un equipo de la ACB, y a las posibles ofertas que pueda tener Lescano si consigue su nacionalización. "No tenemos decidido nada aún --aseguró Abós--. El mercado va lento y hemos de tomar las decisiones con tranquilidad y reflexionando conjuntamente".

ALTURA DE MIRAS

El entrenador zaragozano es un hombre ambicioso. Así se deduce de los objetivos que se plantea. "A corto plazo hemos de subir al equipo al lugar que por club, por ciudad y por afición le corresponde, o sea a la Liga ACB. En un plazo más largo me gustaría formar parte de un equipo que se pueda codear con los grandes equipos de España, e incluso, por qué no soñar, de Europa", lanzó el técnico.

Abós estuvo la temporada pasada sin entrenar después de abandonar el Inca al final de la campaña 2007-2008, en donde estuvo tres años, dos de ellos provechosos (clasificándose para los playoffs de ascenso) y un tercero muy flojo (puesto 16°). Comenzó su trayectoria en el Natwest Zaragoza como ayudante de Pesquera (92-93) y luego inició un periplo que le llevó por el Badajoz de Primera y a ser ayudante de Julbe en el Amway a la vez que responsable del EBA. Posteriormente se hizo cargo del Cajabilbao (LEB) y fue plata en el Europeo sub-21 de Estambul como ayudante de Aranzana. Emigró al Breogán, con el que se quedó a milímetros de ascender a la ACB, adonde regresó con el Girona como segundo de Llanera y Edu Torres. También ha sido director técnico de la sección de baloncesto de El Olivar y entrenador ayudante de Dave Odom en Wake Forest.