El 2010 ha sido el año de Fernando San Emeterio. El cántabro comenzó sin sitio en el equipo y acabó convertido en el héroe al ser protagonista de la final de la Liga ACB. Después llegó la selección, su primer Mundial absoluto con España y la vuelta a la competición regular con un nuevo rol, como el jugador con más minutos del Caja Laboral y uno de los nuevos referentes de la grada. "Ha sido una temporada perfecta", resume el jugador.

En verano del 2009, el Caja Laboral le dijo que se marchara, que se buscara otro equipo, que no contaban con él. Sondeaban el mercado en busca de un alero tirador. El Cajasol parecía su destino, pero fue Sergi Vidal el que dejó Vitoria y San Emeterio, finalmente, no salió del equipo, pese a que iba a contar con pocos minutos. Su participación fue en aumento hasta que llegó la final de la Liga, Caja Laboral-Barcelona. En el segundo encuentro de la serie revolucionó el partido en la segunda parte, pero su gran momento llegó en el tercer encuentro, a siete segundos del final.

"Recojo el rebote. Voy adelante, todo el mundo me pide el balón. Lo hace Mirza para tirar un triple. Se me pasa por la cabeza también lanzar un triple, pero pienso en aquel que tiré contra el CSKA que no tocó ni aro y decido penetrar. Supero a Basile, que piensa que voy a lanzar el triple, veo a Morris, la lanzo a aro pasado para evitar el tapón y que sea lo que Dios quiera", relataba después en El Correo. Anotó la bandeja y sacó un tiro adicional con el que el Caja Laboral se proclamó campeón de Liga.

A Turquía

El siguiente premio le llegó con Sergio Scariolo, que lo incluyó en la lista de elegidos para disputar el Mundial de Turquía. Pasó todos los cortes y participó en el torneo, aunque sus minutos fueron escasos. De vuelta a Vitoria, este verano ya nadie le dijo que se buscara otro equipo. En las seis primeras jornadas se ha convertido en el jugador con más minutos por partido del Caja Laboral y el cuarto de toda la Liga, es el tercero de la ACB en valoración (19,8 por partido) y el quinto en porcentaje de acierto de tiros de dos.

Nacido en Santander, San Emeterio se formó en la cantera del Valladolid y siempre destacó en las categorías inferiores de la selección, figurando en el quinteto ideal del Torneo de Mannheim (considerado el Mundial júnior oficioso) del 2002. Debutó en la ACB con 17 años de la mano de Gustavo Aranzana, jugando como base en Valladolid y como escolta o alero en la selección. En Pucela acabó siendo el capitán del equipo y uno de los grandes referentes.

En el 2006 decidió aceptar la propuesta del Akasvayu Girona, que pretendía convertirse en alternativa a los grandes. San Emeterio mejoró sus números en Gerona para seguir creciendo como jugador y pasar a la agenda del Caja Laboral, que se hizo con sus servicios en el 2008. En Vitoria jugó menos y, consecuentemente, brilló menos también. Hasta el punto de que querían que se marchara tras un año en el que no había cumplido con las expectativas. Pero el Madrid fichó a Sergi Vidal y San Emeterio tuvo una nueva oportunidad. Y el 2010 ya es el año de San Emeterio.