El Basket Zaragoza ya ha estado aquí. El 10 de mayo del 2009 celebró el aniversario de su primer ascenso con un inesperado y sonoro descenso. El camino fue algo distinto pero la situación final era muy parecida. El CAI se enfrentaba al Murcia en un duelo directo por la salvación. Como hoy, solo tenía que ganar en casa para certificar su continuidad en la ACB. En caso de derrota, podía ser penúltimo y quedarse a la espera de la resolución del caso Obradoiro o último si ganaba el Menorca y bajar a la LEB. En 34 jornadas solo estuvo 8 segundos en descenso, los últimos e inolvidables 8 segundos de aquel duelo. Ocho años después repetirá un protagonista en la pista, el árbitro Perea, el que señaló la falta en ataque a Quinteros.

Rebobinando, llega el último minuto de partido y el CAI gana por 59-57. Taquan Dean (hoy conocido como Taqwa Pinero) empata desde la línea de tiro libre. Empate a 59 y el CAI tiene la que puede ser la última posesión del partido. Lleva el balón Paolo Quinteros, que ha regresado después de tres semanas sin jugar por lesión y se ha echado el equipo a la espalda anotando los últimos puntos, intenta avanzar ante Chris Moss pero éste cae al suelo y Perea señala falta en ataque. Quedan 7,2 segundos y el marcador sigue empatado a 59. Taquan Dean avanza perseguido por Cvetkovic y, cuando supera la línea de 6,25, los colegiados señalan falta de Lescano. Dean anota el primero y falla el segundo para que el partido no pueda pararse. Quedan 1,7 segundos, un único lanzamiento a la desesperada. El CAI vuelve a la LEB.

El fracaso y la decepción fueron mayúsculos, los jugadores cargaban contra los árbitros y la policía tuvo que escoltar al equipo a la salida. El director deportivo, Alberto García Chápuli, presentó su dimisión y el presidente, Reynaldo Benito, puso su cargo a disposición del consejo. Benito siguió al frente del club y aquella noche aciaga supuso la catarsis que necesitaba el club para reinventarse. Ese verano aterrizaron en la entidad Pedro Enériz, Willy Villar y José Luis Abós y el CAI empezó la que ha sido hasta la fecha la mejor etapa de su historia. Hoy el club también necesita un cambio de rumbo, pero no es necesario repetir la traumática experiencia de un descenso. Basket Zaragoza ya ha estado aquí y la historia ha de servirle para no repetirla. Con un descenso ya hubo suficiente.