Ees un amigo de esta casa. Siempre tendrá las puertas abiertas de este club". La frase, pronunciada por Javier Loriente, presidente del CAI Zaragoza, en la despedida de Alfred Julbe como entrenador del equipo tras la derrota en las semifinales por el ascenso en mayo pasado en Granada, ha resultado premonitoria. Ayer, ocho meses después, el técnico catalán tomó de nuevo las riendas del equipo al que situó a un paso de la ACB y ocupó el lugar que dejó Oscar Quintana, destituido tras la derrota en la Copa Príncipe. La crisis deportiva que atraviesa el CAI, que ha afectado al banquillo, tuvo otra consecuencia relevante. Pepe Arcega dejó de ser ayer director deportivo y pasó a formar parte del consejo de administración. El objetivo del club, que llegará con esta estructura hasta el final de la temporada, es contratar entonces a un profesional para la secretaría técnica.

Después de 48 horas reflexionando, de estudio pormenorizado de la situación, el CAI decidió apostar por Alfred Julbe, un entrenador de enormes conocimientos, con un currículum acreditado y que ya conoce el club y la ciudad, y desestimó la opción de Sito Alonso, el extécnico del Monzón que seguirá en el Prat, el filial de Liga EBA del Joventut de Badalona. El CAI, que ocupa la séptima posición de la Liga LEB con once victorias y nueve derrotas, confió el futuro de su tercer proyecto al mismo técnico al que fichó en una situación extrema en la temporada 2002-2003 (salvada en un playout contra el Huelva por la llegada de Ciorciari, Washington y Petruska) y con el que se quedó a un partido de ascender la campaña pasada con una plantilla de inferior calidad y menor recorrido que la actual.

OTRA ESTRUCTURA El debate en el CAI, el análisis de la profundidad de la crisis, ha sido intenso. Además de fichar a Julbe, el club decidió también buscar una nueva ubicación en su organigrama para Pepe Arcega, que ya no ocupa el puesto de director deportivo. Arcega rehusó ayer valorar la decisión a requerimiento de este diario por considerar secundario su caso frente al de la contratación de Alfred Julbe.

Con esta decisión, la estructura deportiva del CAI tiene desde hoy un nuevo aspecto, provisional hasta la llegada de otro inquilino para ese puesto al final de temporada. Como sucedió en el caso de los cuatro entrenadores que han pasado por el banquillo del equipo (Oliete, Zeravica, el propio Julbe y Quintana), los malos resultados deportivos también han sido definitivos para que el consejo de administración decidiera dar un golpe de timón a su política y encontrarle un nuevo acomodo a Arcega en el mismo consejo.

PRIMER PUESTO Julbe, que dejó un buen sabor de boca en el club, siempre ha ocupado el primer puesto en las preferencias del CAI para coger las riendas del equipo. Ayer, al fin, se dio el escenario preciso para formalizar su contratación hasta el final de temporada. El club tomó una decisión valiente porque sólo hace ocho meses Julbe regresó a Gerona tras dejar Zaragoza. Ayer, cruzó de nuevo la puerta del pabellón Príncipe Felipe como entrenador del CAI. Y lo hizo con un único deseo, con un único objetivo, con una única salida: lograr el ascenso a la ACB.