Carlos Cabezas y Pablo Almazán no pudieron terminar el partido de ayer en la pista del Murcia por sendos golpes sufridos en el último cuarto que, en principio, no revisten mayor gravedad. Primero fue Almazán el que se llevó un codazo involuntario de Barlow en la mandíbula que le dejó fuera de combate. Después Cabezas se tropezó con Hettsheimeir y se llevó un fuerte golpe en la rodilla derecha que le obligó a abandonar la pista cojeando. Ambos fueron atendidos por el fisio del club y no se someterán a ninguna prueba adicional. La evolución de las molestias marcará su trabajo esta semana, que se iniciará mañana martes.