Hay tropiezos y tropiezos. Derrotas que se explican sencillamente porque el rival es mejor y se impone la lógica y derrotas que duelen porque llegan por demérito propio y, además, frenan a un equipo camino de su objetivo. Aunque todavía queda mucho recorrido de Liga Endesa, 13 jornadas, y el CAI Zaragoza continúa bien posicionado en su pelea por el playoff, el resbalón del domingo en Illumbe frente al Lagun Aro es de los que pueden pasar factura, de los que pueden condicionar la clasificación final. Además de no sumar la victoria, el CAI tiene perdido el average final con el equipo guipuzcoano.

El CAI volvió a perder en San Sebastián un partido que pudo ganar, que debió ganar. Los detalles, un cúmulo de errores, de decisiones peor ejecutadas que tomadas, en los últimos segundos, dieron al traste con el trabajo de los cuarenta minutos anteriores. El equipo aragonés decidió defender la última acción, pero la defendió mal y el choque terminó de la única manera que no podía terminar para el CAI: con Baron recibiendo con libertad en la línea de triples. También es cierto que el equipo aragonés podía haber impedido un final tan ajustado porque, en líneas generales, fue superior a su rival.

Los precedentes

La del domingo es una de esas derrotas tontas que, en una Liga tan igualada como está resultando esta ACB, puede significar mucho. De hecho, el propio CAI ya sabe lo que cuestan ese tipo de resbalones, nada menos que una Copa del Rey. Al terminar la primera vuelta, la sensación en el CAI Zaragoza no era de haber perdido la Copa en Barcelona, en la última jornada. En el Palau la podía haber ganado, pero el equipo aragonés se la dejó por el camino, en otras pistas, en otros partidos, en otras derrotas.

Quizá la más recordada fue la del Estudiantes porque, a pesar del mal partido que hicieron ambos, el CAI entró en la recta final del encuentro con una ventaja de siete puntos que dilapidó ante un rival que, en absoluto, fue mejor. Pero también cabe poner en ese apartado la sufrida ante el propio Lagun Aro, que llegó como colista al Príncipe Felipe y fue capaz de imponerse en el primer final apretado de la temporada. Asimismo entraría en esa categoría la derrota ante el Gescrap Bilbao porque, si bien el rival era más complicado, el CAI lo tenía todo a favor ese día, el público, el factor cancha, un enemigo con dudas... y acabó cayendo en uno de sus peores partidos de esta campaña. Tropiezos evitables que dejaron al CAI Zaragoza fuera de la Copa. Ahora, el playoff todavía está al alcance de la mano para el equipo.