No acabó bien el partido para el Tecnyconta Zaragoza en Andorra porque no empezó bien. Así lo vio Luis Guil, que no pudo lograr una victoria en su primer partido en el banquillo fuera de casa. «La clave del partido ha sido el primer cuarto. Hemos salido muy blandos en defensa y permitiendo tiros muy fáciles del Morabanc Andorra, con triangulaciones muy fáciles en el interior para Shermadini. Eso nos ha condicionando todo el partido, yendo a remolque hasta que en el tercer cuarto nos hemos puesto por delante, pero ahí nos ha fallado un poco la claridad de ideas y las faltas personales. Eso nos ha hecho alterar la rotación que queríamos y nos ha restado clarividencia a la hora de jugar como queríamos», resumió.

La conclusión del sevillano es que su equipo sigue teniendo una asignatura pendiente atrás. «Tenemos que seguir mejorando en defensa, porque si queremos competir fuera de casa no podemos permitir 33 puntos en un cuarto y que el equipo local entre tan fácil al partido», subrayó. El principal quebradero de cabeza fue Shermadini. «Hemos parado bien el contraataque del Andorra y por ello me duele más haber encajado cien puntos. Pero hemos estado muy blandos en las continuaciones del pick and roll con Shermadini, algo que habíamos preparado y solo hemos hecho bien en el tercer cuarto y en el cuarto, con la rotación alterada por las faltas personales hemos perdido. Algo que viene por no ejecutar y hacer bien las cosas en el primer cuarto», insistió.

En los últimos instantes a su equipo le faltó también acierto ofensivo. «Ha sido por cansancio. Cuando tú haces el esfuerzo todo el rato al ir a remolque te vas cansando y hemos elegido peores opciones de lanzamiento, algunos precipitados. Hemos insistido en hacer buenos tiros para no permitir su contraataque e intentar castigar su defensa en los últimos segundos de posesión. Lo hemos hecho bien en el tercer cuarto, pero en el último nos hemos precipitado», señaló.