A veces, los sueños se cumplen. Le sucedió a José Luis Abós en el CAI Zaragoza en una etapa feliz personal y profesionalmente en la que el técnico pudo satisfacer sus anhelos como entrenador y como zaragozano profundamente enamorado del baloncesto. Abós llevó al CAI, a su CAI, al equipo de su ciudad, primero a la ACB, luego a la Copa, más tarde al playoff y, después, a Europa, ganándose por el camino el respeto de todo el baloncesto nacional y el favor del público por su propuesta de juego dinámico, ofensivo y vistoso. Su legado trasciende los números, la estadística. José Luis Abós será siempre el técnico que hizo grande al Basket Zaragoza 2002, el que lo hizo crecer y creer en sí mismo, el que le hizo abandonar los años oscuros de la LEB para situarlo en una nueva dimensión.

El currículum expresa sus méritos profesionales. Una anécdota puede ilustrar su figura en el vestuario. El día que se marchaba de Zaragoza camino del Pireo a finales de febrero, Giorgi Shermadini se despedía en los pasillos del Príncipe Felipe lanzando un mensaje a los presentes, con las grabadoras ya apagadas: "Sobre todo, poned bien claro que José Luis Abós es el mejor entrenador del mundo". La expresión sincera del georgiano reflejaba la admiración y respeto por el entrenador, por un técnico exigente, severo en ocasiones, pero también cercano con el jugador y, sobre todo, capaz de extraer lo mejor de cada uno, de elevar su potencial y convertir a buenos jugadores en mejores.

José Luis Abós llegó al CAI de la mano de Willy Villar en el verano del 2009 para cerrar una etapa convulsa en la historia del club. El equipo había sido incapaz de conservar la categoría que tanto le había costado conquistar y se veía de nuevo en la LEB Oro. Exigente, perfeccionista y ambicioso, sin dejar de ser nunca humilde y honesto, el técnico no se conformó con hacer campeón al CAI en su primer año. Tenía muy claros los siguientes pasos, estabilizar al club en la Liga Endesa y pelear por cotas más altas, por entrar entre los ocho primeros, por devolver al baloncesto zaragozano el esplendor de la gloria alcanzada en los mágicos ochenta. También lo consiguió.

Ha sido el entrenador que más tiempo ha ocupado el banquillo profesional de un equipo zaragozano de basket. El cáncer le impidió empezar la que iba a ser su sexta temporada seguida al frente del CAI Zaragoza, récord absoluto en la ciudad. En las cinco anteriores, una en LEB y cuatro en ACB, dirigió 198 partidos con 109 victorias y 89 derrotas. Y todo desde la más alta lealtad al club, anteponiendo siempre los intereses de la entidad a los suyos como entrenador, velando por el futuro y la continuidad del proyecto por encima de todas las cosas. El mejor entrenador en la historia del CAI.