La temporada pasada los números ya fueron malos, ésta han seguido bajando y ayer el CAI tocó fondo con un mísero 2/22 en tiros de tres, un 9% de acierto insuficiente no solo para ganar cualquier partido, sino para ser un equipo competitivo. No estuvo Diener en pista, de baja por problemas gastrointestinales, aunque esa ausencia por sí misma no explica el desastre. Porque no es que el norteamericano haya destacado precisamente por su acierto en este incio de temporada. Claro que sin él fue aún peor.

El resto lo intentó. Solo los cincos y Henry se quedaron sin probar fortuna desde el 6,75, pero no hubo manera de que el balón entrara. Ni con tiros liberados, ni frontales, ni desde la esquina, ni solos, ni al límite... nada de nada. Solo Linhart en el primer cuarto y Sastre al inicio del tercero lograron acertar. Dos triples en 40 minutos. Bellas lanzó seis, todos agua. Sastre, que hace daño cuando se acerca al aro pero no de lejos, probó fortuna en cuatro ocasiones. Benzing sacó ventaja por dentro, pero no por fuera. Ya ni Jelovac acierta.

En un baloncesto en el que cada temporada se anotan más triples, en el que el juego exterior le va ganando la partida al interior, el CAI involuciona. Ya es el conjunto que menos triples ha anotado en toda la Liga con 43 tiros convertidos y un 24,3% de acierto. Fue uno de sus lastres la temporada pasada y no lo ha remediado en esta, salvo que Diener diga lo contrario de aquí en adelante.

El norteamericano es el único especialista desde la larga distancia (el único fiable, se entiende), con el que cuenta el CAI. Al menos eso decía la teoría, eso indicaban los números que le precedían en Italia. Henry puede anotar, o no. El resto puede sumar también --especialmente debería hacerlo Benzing--, pero también de manera esporádica. El equipo aragonés necesita mejorar urgentemente su acierto exterior para poder librarse de una zona como la que le planteó ayer el Baskonia y, sobre todo, para poder ser competitivo. Con sus números actuales es muy difícil ganar partidos.