«Desde fuera, resulta imposible ver y comprender toda su grandeza». El italiano Massimo Meregalli, manager del equipo Movistar Yamaha, lidera los elogios que le llueven a Valentino Rossi, 38 años, 359 grandes premios (299 de ellos en MotoGP), ya ven, mañana cumplirá sus 300 en la categoría reina. Son los 300 de Rossi, peleados con la misma bravura y determinación que se comportan los guerreros del film de norteamericano Zack Snyder. Y de esos 300, perdón, 299, ha ganado 89, extraordinario porcentaje solo superado por Marc Márquez, que ha ganado 32 de los 83 grandes premios en MotoGP.

Rossi, cómo no, fue, el pasado jueves, protagonista y estrella de la subasta que, anualmente, se celebra en Silverstone para recaudar fondos para la ONG que, en 1996, creó el norteamericano Randy Mamola, cuatro veces subcampeón del mundo de 500cc, presidida por Maria González, esposa de Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna y el Mundial.

El proyecto consiste en dotar a distintos países africanos(Zambia, Liberia, Nigeria, Kenya, Gambia, Malauí y Zimbabue) de motos para que los doctores puedan desplazarse a vacunar a los niños y atender a las mujeres embarazadas, reduciendo sensiblemente la mortandad en las zonas más delicadas de esos siete países.

Pues bien, en la subasta del jueves se recogieron más de 80.000 euros y, en el total del fin de semana, serán casi 250.000 euros los que se recaudarán. Rossi solo ya generó 15.000 euros, siendo la estrella una chica local, Kirsten Tilley, que llegó a pagar, pujando, hasta los 3.500 euros por hacerse un selfie con el Doctor.

La grandeza de Rossi, que, como el resto de magníficos, tiene contrato hasta finales de 2018 y no piensa plantearse su futuro hasta mayo o junio del año que viene (todos le dan por renovado), se centra no solo en la grandeza que señala Meregalli sino, como reconoce Aleix Espargaró, «en la pasión que le pone a su trabajo y, sobre todo, en su capacidad, enorme, para soportar la presión de seguir siendo la estrella del Mundial».Andrea Divizioso dice que «uno no nace Valentino Rossi o Marc Márquez, todos nacemos iguales, así que para ser Vale hay que currárselo y construirte todo lo que tienes». «Yo sigo pensando que lo más grande de Vale es estar en el grupo de candidatos a la victoria de cada gran premio», añade Márquez.