En esa sala del Palacio de Congresos de Huesca se han cantado muchas canciones. Grupos musicales de todo tipo han pasado por allí. Ayer, los 1.800 aficionados que se dieron cita para ver el Lugo-Huesca, un partido que ya ha pasado a la historia de la ciudad altoaragonesa, cantaron goles. Y cantaron también de alegría, de felicidad, de euforia, de entusiasmo, de satisfacción por ver a la Sociedad Deportiva en Primera División, un hito impresionante para un club con un límite salarial de 5,38 millones de euros, solo superior al del Lorca, el Nástic de Tarragona, el Reus, el Numancia y el Lugo.

La euforia se desató en el Palacio de Congresos y la fiesta se trasladó a la Plaza de Navarra, el tradicional centro de festejos de la ciudad. Huesca vivió una noche para el recuerdo, histórica, plena de felicidad, con el pueblo en la calle como el día de San Lorenzo. Su equipo de fútbol, un modesto habituado a jugar en Segunda División B y Tercera División, tocó el cielo. La gloria. La próxima temporada por el césped de El Alcoraz, un estadio que será acondicionado para Primera División, correrán las estrellas del balompié mundial. Correrá Leo Messi, Cristiano Ronaldo, Antoine Griezmann. Jugarán el Barcelona, el Real Madrid, el Atlético. Y, enfrente, una Sociedad Deportiva Huesca que ayer, 21 de mayo del 2018, hizo feliz a todo un pueblo.