La ACB condenó ayer en un comunicado oficial "los lamentables sucesos" acaecidos en el final del partido entre el Bilbao Basket y el Laboral Kutxa y repudia "enérgicamente la violencia", reafirmando "el valor del juego limpio y la deportividad en la Liga Endesa". "Tras los lamentables hechos sucedidos este pasado domingo en el encuentro Bilbao Basket-Laboral Kutxa Baskonia, la ACB quiere condenar enérgicamente lo ocurrido y, de forma general, cualquier violencia en el deporte. El juego limpio y la deportividad son sustentos básicos del baloncesto y de la Liga Endesa, y sucesos como el de Bilbao son excepcionales en la competición", dice la nota.

Debido a la excepcionalidad de los hechos, la ACB quiso aclarar el funcionamiento del proceso disciplinario, que lidera el Juez Disciplinario de la competición ACB, Juan Ramón Montero Estévez, que se concreta de la siguiente forma. Primero, la Federación remite el acta al Juez Disciplinario, que estudia su contenido y contempla si merece sanción. Los clubs pueden alegar antes de que el Juez tome una decisión, sin límite de tiempo. Las sanciones van desde leve (apercibimiento o suspensión de hasta 1 mes o 1 ó 3 encuentros o multa hasta 600 euros), grave (suspensión de 1 mes a 2 años o de 4 partidos o más o multa de 600 a 3.000 euros) o muy grave (suspensión de 2 a 4 años y multa de 3.000 a 15.000 euros). El Juez sólo puede ejecutar una de las dos opciones (sanción económica o deportiva), salvo las infracciones muy graves.

"Todo el mundo sabe que fue un error --aseguró Shengelia, uno de los jugadores del Laboral implicados--. Lo que pasó no puede pasar en el baloncesto". Shengelia también quiso pedir perdón al niño que estaba en primera fila y al que posteriormente se acercó para disculparse. "Nunca debía haber visto algo así. Le vi asustado y fui a pedirle perdón. He hablado con Todorovic también y estamos en la misma onda. Fue un error".