Con la fuerza que proyectan dos de las marcas más potentes del deporte mundial, Barça y Madrid, y también con la sonrisa aún en el recuerdo por los recientes éxitos en los Juegos de Río, se presenta la Liga Endesa a partir de este fin de semana. Protagonistas de las últimas cinco finales consecutivas, los dos grandes de la Liga intentarán preservar su liderazgo frente a proyectos que aspiran a seguir o consolidarse en la élite europea como Baskonia, Valencia, Unicaja y Gran Canaria.

Pero más allá de ese guión conocido, que sigue despertando el interés de los aficionados, e incluso provoca alguna sorpresa como el primer título de los canarios en la Supercopa, y más allá de las estrellas que llegan (Rice, al Palau; Randolph al Madrid; Bargnani, a Vitoria; McCalebb, a Canarias...) la Liga se presenta con 17 equipos en lugar de 18, un precedente que se vivió ya en el curso 2008-09 y que obligará a descansar a un equipo en cada jornada. Esa anomalía, consecuencia de la precariedad en la que viven muchos clubs, no deja de ser relevante en una competición que aún marca la pauta en Europa pero que sigue sufriendo fugas de talento a la NBA (Abrines, los hermanos Hernangómez, Satoransky...) y perdiendo identidad, como denuncian sus protagonistas, lo que hace que la Liga viva en una encrucijada.

Son muchos los valores de la ACB, con marcas arraigadas, patrocinadores de lujo como Endesa; un buen acuerdo televisivo con Movistar, que dará la Liga en exclusiva. Pero, al tiempo, es incapaz de dar respuesta a problemas ya sustanciales como la pérdida de jugadores españoles o la falta de regeneración de proyectos, con la ausencia de ascensos (solo dos en los últimos cinco años) y descensos.

El Estudiantes es de los clubs que ha aprovechado esa estructura semicerrada, igual que lo podría haber hecho el Gipuzkoa, que finalmente renunció y competirá en la LEB. El equipo madrileño seguirá un año más en la Liga porque ni Melilla ni Palencia han podido cumplir con los requisitos económicos para subir, una cantidad cercana a los 6 millones de euros tanto por el canon de entrada (3,7 millones) como por el fondo de regulación de ascensos y descensos (1,9) sin contar con el presupuesto de la temporada.

La situaciones de tesorería de la mayoría de clubs reflejan cada año más tensiones. Un crédito de un millón salvó en el último momento al Bilbao del concurso de acreedores; Sevilla seguirá teniendo ACB gracias al respaldo del Betis. Estudiantes y Joventut están señalados por Hacienda...

Tan trascendental como ese dato resulta la reducción de los jugadores nacidos en España. Solo 60 de los 204 que competirán esta temporada. O lo que es lo mismo, cerca del 70% son extranjeros, más que en ninguna otra Liga, un porcentaje que era del 42% en la temporada 2010-11 y que fue del 81% en la 1991-92.

Mientras, el Madrid y el Unicaja inauguraron ayer la competición con un espectacular partido que se llevaron los blancos gracias a un gran último cuarto, que ganaron 30-17 para cerrar el marcador en 101-90. H