Leo Ponzio reconoció ayer en la concentración zaragocista en Asbhy-de-la-Zouch que la plantilla, a través de Javier Aguirre, había pedido explicaciones a Agapito por los números del fichaje de Roberto, los famosos 8,6 millones cuando a muchos de los futbolistas del equipo, a todos los que estaban el curso pasado, se les adeuda dinero. El capitán y el resto del vestuario ya las tienen de boca del presidente, que habló ayer por la mañana con Ponzio. ¿Les convenció el máximo accionista? "Las explicaciones no son para convencer, sino para aclarar este tema. Empezamos de cero en cuanto ya está todo aclarado", aseguró el capitán. El grupo pasa, en cierto modo, de página, pero no del todo. El malestar con el club, y con Agapito Iglesias, es latente y la contratación de Roberto, por mucho que llegue a través de un fondo inversor, ha hurgado en la herida.

"Todo el mundo lee los periódicos y se informa y en la plantilla había un malestar en cuanto a los números que se habían manejado en la contratación de un jugador y que asombraban. Queríamos hacerle saber que eso no era lo mejor en un año en el que tuvimos problemas para cobrar, y en el que no estamos cobrando", aseguró el centrocampista argentino. La reunión con Aguirre, promovida por el núcleo antiguo del vestuario --a los nuevos el club no les adeuda cantidades--, tuvo un efecto inmediato. Agapito telefoneó a Ponzio: "Sí estuve en contacto con él y me aclaró todo el tema en cuanto a cómo había sido contratado. Por lo que dice el club es un fondo inversor el que acerca los jugadores al equipo".

Detrás del malestar de los jugadores hay la duda sobre la necesidad de que los futbolistas que lleguen a través de ese fondo tengan la titularidad casi asegurada --al fondo no le interesa que no jueguen--. Pero ante todo se encuentran las cantidades que se les adeudan del curso pasado y que entran dentro del convenio de acreedores, ya que la segunda parte de la ficha, que finaba el 30 de junio está fuera del concurso, admitido el 14 de ese mes. Esos salarios dentro del concurso suponen unos 4,6 millones y muchos de los jugadores siguen en el equipo. Para percibir esos emolumentos, la quita es del 50%, cuando se apruebe la propuesta anticipada de convenio, y el resto llegaría, en teoría, a través del Fondo de Garantía Salarial que ayer aprobó la Liga. La segunda parte de la ficha del curso pasado está garantizada por estar ya el club en administración concursal, pero tampoco la han cobrado.

Los futbolistas achacan a Agapito que no ha cumplido sus promesas, muchas hechas en la difícil temporada pasada. "Hay intranquilidad por cosas pendientes del año pasado, aunque ya sabemos cómo lo vamos a cobrar. Queremos poder disfrutar de un año de fútbol, que es lo que me dijo el presidente, tratar de pensar solo en eso, sabiendo que el año pasado fue muy complicado y que hay cosas pendientes de solucionar", avisó Ponzio. Agapito lo sabe.