Ya habían pasado ocho jornadas desde el estreno del Ebro en la Segunda División B. En la novena, el conjunto zaragozano visitaba Madrid para enfrentarse al Getafe B, un rival directo en la lucha por la permanencia. Los arlequinados todavía se estaban amoldando a la nueva categoría y los resultados que habían cosechado hasta entonces no eran muy boyantes. Los de Emilio Larraz lograron una victoria muy importante que les concedió tres puntos vitales y les insufló muchos ánimos para afrontar los encuentros venideros. Sin embargo, a la alegría del triunfo aragonés se contrapuso una mala noticia. Adán Pérez, cedido por el Real Zaragoza y uno de los fichajes estivales más sonados, se rompió parcialmente el ligamento cruzado de su rodilla izquierda.

Esta lesión le tuvo apartado de los terrenos de juego hasta el pasado domingo. El mediapunta volvió a pisar el césped y disfrutó de los últimos diez minutos del envite ante el Guadalajara. Ayer también pudo jugar 20 minutos contra el Barakaldo. "Me encontré muy bien; tenía muchas ganas de volver a jugar", asegura.

La lesión que padecía el de Quinto de Ebro no era muy grave, pero su recuperación era larga y había que tener demasiada precaución. "Aparte de ser una recuperación que dura lo suyo, es constante y hay que ser muy incisivo. He tenido que trabajar mucho para poner la pierna bien y para tener los músculos a punto. Lo más importante en este tiempo ha sido la constancia", cuenta el mediapunta.

Adán ha llevado un plan específico, diseñado por los médicos y los fisioterapeutas del Real Zaragoza, con Andrés Ubieto al mando. Desde hace pocos días, se entrena con el resto del grupo y Larraz podrá ir regalándole minutos de manera progresiva. El mismo Adán admite que la recuperación ha sido efectiva y que no siente ningún dolor en la rodilla: "Ahora más o menos ya estoy incorporado con el grupo y lo más importante de todo era que la rodilla se recuperara del todo. Solo me queda ponerme a punto poco a poco".

Disfrutar del momento

Precisamente, Adán tuvo la mala suerte de lesionarse en el momento en el que el Ebro comenzó a arrancar y a tomarle la medida al segundo grupo de la categoría de bronce. Desde el partido ante el Getafe B en el que cayó lesionado, los pupilos de Emilio Larraz se han afianzado en la mitad de la clasificación y están cada vez más cerca de la ansiada salvación.

"El equipo ha seguido trabajando, han ido sacando los partidos y veo muy bien a todos los compañeros", afirma Adán. Por ello, el zaragozano quiere disfrutar del momento dulce que atraviesa el Ebro a la par que su rodilla se recupera definitivamente: "Ahora tengo que disfrutar de que ya estoy bien y de que puedo ayudar en todo lo que mis compañeros me necesiten para acabar bien la temporada".