El uso de según qué palabras en boca de según qué personas puede resultar incluso ofensivo. A la multitudinaria concentración del zaragocismo del pasado sábado, Agapito Iglesias respondió ayer con un comunicado en el que se congratula de su gestión, en el que vuelve a prometer todo lo que reiteradamente ha sido incapaz de cumplir y en el que, de forma mezquina y cobarde, desoye la masiva petición de cualquier aficionado de bien: que se vaya, que deje la entidad, que venda sus acciones.

De eso no dice ni palabra. El presidente asegura que respeta la legitimidad de la concentración --solo faltaría...--, pero en realidad es un completo irrespetuoso con el zaragocismo. Con su característica actitud autista, enrocada y megalómana, Agapito vuelve a reírse de todos y a ir contracorriente. Que lo tenga claro. El único comunicado que la afición espera es el que diga que se marcha para siempre.