El Real Zaragoza ha ofrecido mejores sensaciones en los tres últimos partidos y mereció incluso ganar el pasado sábado al líder Levante (0-1), en La Romareda, pero no haber podido lograr ninguna victoria en esos encuentros le ha llevado a colocarse a siete puntos de los puestos de promoción y a cuatro de la zona de descenso. Eso, sin embargo, no ha hecho mella en la moral de Raúl Agné, quien ayer reconocía que «estoy perfecto y con la misma ilusión y la misma fuerza que el primer día. Estoy encantado, pero consciente de la realidad. Me siento bien, porque si no me sintiera bien en un sitio ya me habría ido. La verdad es que me siento cojonudo y con ganas de luchar. Como tengo esa fuerza, que es cuando más rindo, sé que vamos a tirar para adelante».

El técnico aragonés también confía en que sus jugadores no se vean afectados por la ansiedad de no poder transformar la mejoría en el juego en buenos resultados. «No, ansiedad no, para eso estoy yo y a mí me ven bien y con buen humor. Me gusta que en las situaciones más jodidas impere el buen ambiente dentro de la responsabilidad que hay que tener, pero ansiedad no. Ellos deben intentar jugar para ganar y competir porque al final juegas contra otro equipo que busca lo mismo. Les veo bien», dijo Agné.

BUENAS SENSACIONES

Además, Raúl Agné destacó que el juego del equipo le transmite buenas sensaciones. «Llevamos tres o cuatro partidos que el equipo va a más y eso nos tiene que reforzar. Ahora jugamos mucho mejor que cuando yo llegué, pero tenemos que aprovechar las ocasiones y no estar tan penalizados atrás», dijo. Y añadió: «Nosotros enfocamos la competición desde el partido a partido. Ahora viene el Alcorcón y hay que ganar allí y confío en mis jugadores».

Para que el Zaragoza pueda entrar en los puestos de promoción podría necesitar 11 victorias en las 17 jornadas que restan de competición. Un reto difícil pero que Agné considera que se puede lograr, «porque en el fútbol he visto de todo. Yo he ganado seis partidos seguidos y también he perdido cuatro. Creo que si un equipo es capaz de ganar se acostumbra a ello y, cuando no lo hace, se acostumbra más a perder. Lo que puede pasar no lo sé porque en el fútbol las he visto de todos los colores».