Fue un debut más amargo que dulce en los Juegos Olímpicos de Invierno para Martí Vigo. El fondista aragonés no pudo acabar la prueba de 15 kilómetros en estilo libre en Pieongchang tras haber estado en los días anteriores a la prueba con una amigdalitis, una enfermedad que sin duda acusó en la carrera olímpica. Imanol Rojo fue el mejor español en la prueba al concluir en el puesto número 62 y cubrió la distancia en un tiempo de 37.35.5. Se quedó a 3.51.6 del suizo Darío Cologna, quien capturó su cuarto oro olímpico (el primero en Corea) ante el noruego Simen Hegstad Krueger (+18.3) y el ruso Denis Spitsov (+23.0).

Martí Vigo completó los primeros 9.8 kilómetros en 25 minutos, con una desventaja de 3.09.7 con respecto al líder, pero entonces decidió que no podía terminar la prueba en una jornada difícil para él. A sus 20 años, el oscense vivió de forma agridulce su debut olímpico, aunque cumplir el sueño de participar queda ahí.

«Ha sido un día muy duro. Estaba motivado, tenía ganas, pero a un kilómetro de empezar he notado un agarrotamiento increíble. Todos los músculos de mi cuerpo eran como un bloque de hormigón, no podía con mi alma», comentó el benjamín de la delegación española, perteciente a la Agrupación Deportiva Hospital de Benasque. Debutante en unos Juegos Olímpicos de Invierno, Martí Vigo confesó que «nunca había tenido una sensación así. No podía, estaba totalmente bloqueado», lamentó.

El joven oscense sí reconoció, no obstante, que pretendía «acabar por toda la gente» que le está brindando su apoyo. De hecho, el auditorio del Palacio de los Condes de Ribagorza en Benasque abrió sus puertas a primera hora de la mañana para que los vecinos y amigos del fondista aragonés pudieran seguir la competición en directo. A pesar del aliento que le llegaba desde la distancia, no pudo culminar la prueba olímpica.

MUCHOS ENTRENAMIENTOS

«Quería terminar, aunque fuera mal, pero es que no podía. De piernas estaba bloqueado, estaba sufriendo mucho. He decidido parar, recuperarme bien y pensar en la siguiente prueba», abundó Vigo. El aragonés, que sí alcanzó el punto de control situado a 9.8 kilómetros de la salida, aseguró que la alta carga de entrenamientos le jugó una mala pasada en su estreno en una cita olímpica, aunque confía en estar plenamente recuperado para el esprint por equipos del próximo miércoles 21, donde competirá en la prueba junto al tolosano Imanol Rojo.

Martí Vigo, que debió medicarse en los últimos días por ese inflamación de las amígdalas, desea abandonar el centro de esquí de fondo de Alpensia con mejores sensaciones. «Antes de la prueba, cuando me empezaba a recuperar de las anginas, se me ha pasado al oído, pero no lo quiero poner como excusa. Ha sido un día de no ir ni para atrás. Ya vendrán días mejores. Desde ya, a pensar en lo siguiente». No tardará en llegar esa oportunidad para desquitarse el miércoles. Miéntras Imanol Rojo cerrará la participación española en fondo el 24 de febrero, en 50 kilómetros.