El Tecnyconta Zaragoza se asoma al abismo. Como cada vez que se ha enfrentado al colista esta temporada, ayer fue incapaz de superar al Joventut, justo vencedor por ambición, por físico, por recursos (86-92). El club aragonés está jugando con fuego en el momento decisivo de la Liga Endesa. No ha sabido gestionar las pérdidas de McCalebb y Varnado que, a su nivel, eran dos de los tres pilares del equipo junto con Gary Neal, coronado con la temeridad de la dirección deportiva de no haber fichado un pívot un mes después de la lesión del cinco titular. Así, con una plantilla descompensada y un juego interior cojo, el Tecnyconta parece intentar huir hacia delante confiando en que haya dos equipos peores.

Le funcionó por los pelos la temporada pasada pero, lejos de aprender de los errores, parece encaminarse hacia otro peligroso cara o cruz. Hace un año se salvó por los averajes. De momento lo tiene ganado con el Bilbao y perdido con el Joventut y debe intentar recuperarlo con Betis y Burgos. El Tecnyconta tiene todavía la salvación en su mano pero, visto lo visto ayer, igual eso no es tan buena noticia.

El equipo aragonés estuvo a la altura durante la primera parte, 22 minutos como mucho, mientras aguantaron Gary Neal y Tomás Bellas, mientras su ataque produjo al mismo nivel que el del Joventut. Porque su defensa volvió a hacer aguas. Conger y Gielo camparon a sus anchas durante la primera parte y en la segunda, el problema se agravó conforme al equipo se le iban apagando las pilas. En los segundos 20 minutos Laprovittola cogió el mando para ganarle la partida a todos y el Joventut explotó la debilidad interior del Tecnyconta jugando con éxito el pick and roll.

Pese a ser colista, pese a verse casi descendido y desahuciado, el equipo de Carles Duran tuvo mucha más templanza e inteligencia para gestionar su ventaja. El Tecyconta se puso nueve arriba en el segundo cuarto (45-36) pero perdió la distancia en un visto y no visto con malas decisiones y peores ejecuciones. Cuando el Joventut tomó el mando en el último cuarto (81-71) dominó con la autoridad de un adulto sobre un niño. Repitió la misma jugada varias veces. Laprovittola aguantando el balón el máximo tiempo posible para dejar pasar segundos aprovechando que Bellas no podía arrimarse porque llevaba cuatro faltas (a nadie se le ocurrió un cambio de defensor) y culminando con un pick and roll machacando el aro.

El Joventut sí supo desgastar a su rival, sobre todo a un Gary Neal que llegó fundido y que en la segunda parte solo pudo anotar dos tiros de campo. Duran fue alternando los defensores sobre él y sacándolo lo más lejos posible del arco para minimizar su impacto. El resto del equipo aragonés fue poca cosa en ataque. Un poco de De Jong antes de que apareciera Jordan, Bellas en la primera parte, unos fogonazos de Dragovic. Nada más. 15 puntos hizo el banquillo aragonés por los 26 del verdinegro.

Los últimos minutos fueron de impotencia, de un equipo incapaz de dar más de sí mismo, sin recursos para cambiar lo que sucedía, en manos de su rival. Lo visto en la pista no fue sino la consecuencia de la gestión del club toda esta temporada. Las jornadas siguen pasando y al equipo empieza a llegarle el agua al cuello, con el descenso cada vez más cerca sin que haya solución. A ver si se repite el milagro.