Últimamente el Tecnyconta sale a lesionado por partido. O a susto, al menos. Ayer fue Juanjo Triguero el que cayó en el campo de batalla, marchándose de la pista sin poder apoyar el pie izquierdo y necesitando ayuda para caminar. El pívot está pendiente de pruebas para determinar qué sufre exactamente -tras el partido las sensaciones eran mejores, de menor gravedad de lo que parecía-, pero su caso hace sonar ya las alarmas del Tecnyconta. Porque sin Varnado y sin el valenciano, el equipo aragonés se queda con un único cinco en la plantilla, De Jong, que no está en su mejor momento de juego precisamente.

Además, ayer tampoco jugó Álex Suárez, que ha tenido problemas durante toda la semana -no ha podido entrenarse- y no pudo ni hacer la rueda de calentamiento. Total, que el juego interior del equipo aragonés está más que cojo y necesita refuerzos urgentemente. El próximo domingo al equipo le espera un partido decisivo para su futuro ante el Bilbao Basket, uno de los equipos implicados en la lucha por la permanencia, y ahí debería tener ya el equipo un nuevo jugador.

Es el momento de que Salva Guardia mueva ficha y consiga un jugador que tape un agujero que cada día es más grande en la pintura. El club lleva buscando con especial interés desde la lesión de Varnado, hace dos semanas, pero todavía no ha encontrado nada que se ajuste a sus necesidades y presupuesto. El mercado ofrece ahora a jugadores que ya han terminado sus competiciones y el hecho de que queden pocos meses de temporada permite aspirar a jugadores de un mayor caché porque hay que pagarles por menos tiempo. «Estamos trabajando por encontrar una solución y se encontrará», fue todo lo que pudo decir Pep Cargol después del partido.

Triguero se suma así a la larga lista de lesionados del Tecnyconta esta temporada, que más bien parece un parte de guerra. Por el camino han ido cayendo, con bajas de cierta duración, Neal, Dragovic, Varnado y ahora el pívot valenciano, cuyo rendimiento estaba siendo el mejor del juego interior. Con Varnado fuera ya para lo que queda de temporada por una rotura en la fascia plantar, queda por ver qué tiene Triguero. En cualquier caso, un obstáculo más en una temporada en la que rara ha sido la semana en la que el equipo no ha sufrido un percance. Lesiones, salidas y llegadas han frenado a un equipo ya de por sí con sus propias limitaciones.

El mayor susto de la tarde, no obstante, lo dio Gary Neal, cuando cayó con un grito de dolor y se echó la mano a la rodilla derecha. Se hizo un breve silencio, pero el estadounidense se levantó y pudo salir por su propio pie con total normalidad. Eso sí, no volvió a saltar a la pista. No está el Tecnyconta como para perder más efectivos, y menos al máximo anotador de la Liga.