Hoy es el día. El día H. De historia. De Huesca. Aquel que amaneció una tarde en Lugo. Ese que se levantó hace una temporada o quizá antes, cuando la Sociedad Deportiva se desvistió de miedos y complejos y empezó a soñar en grande. La grandeza de ser uno más. De Primera. Una visión que tomará cuerpo y forma en Ipurua (18.15 horas), en Eibar, un lugar que quedará grabado en la memoria de una ciudad y una provincia para toda su vida para aquellos que vayan (unas 200 entradas han sido vendidas para los aficionados oscenses) y para aquellos que abrirán los ojos delante de la pantalla de televisión. En ese pitido inicial que sonará a gloria, al inicio de una fiesta y una ilusión que nunca se esfumará y que habrá que saborear a cada segundo. Para siempre.

Toda Huesca entonará esta tarde su albada en Primera. Pero será una albada guerrera de Aragón, con la cruz de San Jorge imprimida en el pecho como mejor símbolo. Esa ilusión radiante debe destilarse en lucha y querer, en codicia por competir y ganar, en una ronda de fiesta que nadie quiere que dure solamente un año. Salir mirando a la cara a todos, sin achicarse y recogiendo los frutos del trabajo, el santo y seña que ha llevado al Huesca a la nueva etapa que hoy comienza sin fecha de caducidad.

Juntos. Siempre. Es el lema de Leo Franco. Ser una familia. Los mensajes del entrenador argentino en los entrenamientos de esta semana han sido directos. Nada de complejos, de dejarse llevar por la emoción del momento, ceñirse al plan y estar unidos. Esa clave que hizo que el Huesca ascendiera y que ahora quiere rentabilizar en una única misión: la permanencia. Que comienza también hoy.

Ese plan pasa por consolidar una fortaleza defensiva donde el club ha puesto el empeño de sumar la experiencia en Primera que le falta a la plantilla que ascendió. Cerrar atrás, donde el portero Axel y los defensas Luisinho, Pulido y Etxeita parecen fijos, para volar hacia adelante, configurar un juego dinámico y vertical donde la velocidad de las bandas y la picardía y hambre de delanteros como Cucho o Longo, a falta de algún refuerzo más (el caso del iraní Ghoddos está todavía por resolver), arponeen los goles necesarios para sumar puntos. El 4-4-2 será el dibujo previsto en una alineación incompleta hasta que se cierre el mercado, pero que hoy saldrá a no pagar la novatada. La única baja es la del defensa guineano Akapo, con dos partidos de sanción que arrastra de la temporada pasada.

La referencia de la pretemporada no debe obsesionar. Se han ganado a todos los Primeras, incluido el Eibar. Son válidos algunos trazos, no el cuadro general. Hace dos semanas se ganaba al rival de esta tarde por 2-1 en un amistoso sin el envoltorio que ahora tendrá el partido con tres puntos reales en juego. Los goles del Cucho y Longo no deben cegar la nueva realidad de un duelo donde se presentan dos equipos en la cocina, por hacer, aunque uno de ellos conserva la estructura que le mantuvo sólido en Primera y el otro es un recién nacido en una categoría que tiene que catar.

El espejo armero / Eibar es un reflejo. Es el espejo donde proyectar la imaginación. El presente que puede ser nuestro futuro. Otra Sociedad Deportiva de nombre y humilde estandarte que ascendió hasta arriba sin que casi nadie lo esperase y que ya lleva cinco temporadas entre los mejores, creciendo a fuego lento, sin estridencias ni efluvios de grandeza. Una silueta de color azulgrana, de una población de tamaño medio (27.000 habitantes) y un presupuesto parejo (en torno a 50 millones ambos), que saca pecho para golpearse en su orgullo de equipo modesto, de estirpe armera y memoria de Tercera.

El Eibar mantiene el bloque que la temporada pasada le hizo coquetear con la machada de la clasificación europea (9º puesto y primer equipo vasco). Salvo las marchas del japonés Inui (Betis) y Dani García y Ander Capa (Athletic), el técnico José Luis Mendilibar (cuarta temporada) mantiene una plantilla consistente, que suele recibir muy pocos goles en su cancha, que imprime un ritmo constante ante sus aficionados y que está cohesionada, pese a los cambios obligados por las salidas en el centro del campo.

Marko Dimitrovic se mantiene en la portería guardada por una línea defensiva donde se ha sumado el refuerzo de Pedro Bigas a los cerrojos de Paulo Oliveira y Anaitz Arbilla. Sergi Enrich, Charles (8 goles la pasada temporada) y Kike García (8 goles) serán el peligro que buscarán derribar la barrera que propondrá Leo Franco. Mendilibar contará hoy con las bajas del defensa Iván Ramis (microrotura muscular) y el centrocampista Pedro León (lumbalgia), ambos lesionados, así como las de Calavera, Gálvez y Riesgo, que se han quedado fuera de la convocatoria.