Fue uno de los mejores futbolistas de la pretemporada, ese inquietante periodo estival en que el Zaragoza dejó a buenos ratos las peores sensaciones y solo ganó un partido. Natxo González valoró su polivalencia y lo incluyó con distintos roles y posiciones en busca de un equipo más equilibrado. Fue mejor a la izquierda, el costado al que se ha acomodado desde hace tiempo, aunque cosió también buenas actuaciones en la otra banda, incluso en la media punta, con alguna que otra intervención rutilante. Tuvo espacio y tiempo incluso para probar de único delantero, un lugar que no pisaría desde niño. Llegó al principio de verdad, en cualquier caso, como titular indiscutible. Cuarenta días después no cuenta ni siquiera para rellenar una convocatoria.

La elección de Natxo González ocho días atrás, cuando lo dejó fuera de la lista ante el Nástic, sonó rara. Se camufló su decisión, no obstante, al aparecer entre los descartados junto a Javi Ros, titular en cuatro de los cinco partidos anteriores. Cayeron dos pesos pesados de golpe después de ese mal rato de Lugo, aquel en el que el Zaragoza derramó el partido en poco más de 20 minutos, pero se entendió menos como un castigo que como un descanso. De hecho, fueron titulares entre semana en la Copa.

El descanso, visto en perspectiva, solo fue para el navarro. la ausencia del aragonés, parece claro, era un toque de atención. Se le ha ido advirtiendo en el tiempo, desde bien pronto, ya en aquella primera tarde en Tenerife en la que el técnico no lo aguantó ni una hora en el campo. Se diría que él lo vio venir. No sería normal si no aquel estado de necesidad que mostró en el choque copero ante el Granada, cuando le arrebató el penalti de las manos a Borjas Iglesias. Era urgencia lo que tenía, esa especie de egoísmo que los futbolistas multiplican cuando saben que las cosas no saben como deben.

Curiosamente, solo ha jugado un encuentro completo, pero fue en la Copa, también ante el Lugo, la última noche en la que apareció en el campo. Ahora le tocará remar como otras veces en su carrera. Lo han explicado bien algunos de sus técnicos en la Ciudad Deportiva, que vienen a contar en resumen que el talento natural de Pombo sale de la misma cabeza que lo destruye a ratos. A veces pierde el genio.

Está por ver hasta dónde llega la advertencia de Natxo González, que ha puesto por delante a Guti, jugador del filial. Podría incluso ser titular hoy si el técnico vuelve al trivote. No sorprende. El técnico lo vino insinuando de la misma manera que sugirió con sus decisiones que la hora de Pombo se estaba pasando.