Fernando Alonso está de vuelta. Ya suma 15 años en F-1 como para torear toda la presión mediática a la que fue sometido en su regreso, para explicar las causas del accidente, para contradecir casi todo lo especulado, para decir lo opuesto a la versión inicial de su equipo, incluso para ver la parte positiva de debutar este fin de semana con uno de los peores coches de la parrilla. "Entiendo que nos critiquen, no esperábamos este inicio tan malo, pero este es un proyecto a largo plazo y yo soy feliz". Es Alonso en estado puro, cuenta su verdad, y le trae al pairo lo que hayan dicho. En su entorno dicen que estuvo tentado de empezar la rueda de prensa con un: "Hola estoy contento de volver al Mundial de motoclismo-", para hacerse el confundido y poner una gota de humor.

Compartió rueda de prensa, en el jueves previo al Gran Premio de Malasia, con Nico Rosberg, Kimi Raikkonen, Carlos Sainz Jr., Daniel Ricciardo y Felipe Nasr. Para ellos solo hubo una pregunta. Todas las demás fueron para el asturiano. Lo primero, saber su versión del accidente. "La dirección se bloqueó girando a la derecha. Yo fui frenando y reduciendo marchas hasta que golpeé el muro". Su versión tira por tierra la tesis inicial de su equipo. Primero Ron Dennis, después Eric Boullier, desterraron cualquier fallo mecánico. "Puede que falten mecanismos de análisis para esta situación. El equipo revisó el coche durante un mes, incluso yo lo hice en los últimos días con los ingenieros, pero la tecnología actual no detecta ese fallo, Quizá dentro de 10 años, sí. Por eso hemos decidido colocar más sensores en la dirección".

Alonso disculpó al equipo y a su entorno por avanzar hipótesis sobre el accidente que, después, no se correspondían con la realidad. Como la del viento. "El viento no tuvo ninguna culpa. Ni un huracán movería el coche a esa velocidad. Incluso un problema médico está descartado, porque, de ser así, me hubiera ido hacia el exterior. El equipo y mi mánager solo se podían aventurar en las primeras horas, pero lo recuerdo todo y el viento no provocó absolutamente nada".

Es verdad que Alonso había pedido a su equipo algunos cambios en la dirección del MP4/30 para que se adaptara mejor a su forma de conducción, muy distinta a la de Jenson Button y Kevin Magnussen. "Hemos estado trabajando con el equipo y la FIA. En los datos no vemos ninguna causa clara, pero definitivamente tuvimos un problema de dirección. La dirección se bloqueó pero no sabemos por qué, aún no se ve en la telemetría. Se bloqueó en la derecha y fui contra el muro. Todavía nos faltan datos. Aquí llevamos más sensores en el coche y en la dirección".

LAS ESPECULACIONES

Esa es su explicación del accidente, pero el asturiano también negó otra serie de especulaciones. "Ni me desperté en 1995, ni tampoco hablando en italiano", dijo con ironía, tras pasar un sinfín de reconocimientos médicos en Cambridge, en Francia y ayer mismo durante más de una hora en el circuito de Sepang, una prueba de reflejos, memoria- Una batería de pruebas. ñSoy el piloto más chequeado médicamente de la historia", insistió.

El asturiano recalcó que recuerda "todo, los tiempos por vuelta, el set-up, la salida de Vettel de la chicane, que le pasé, los botones que apagué y que encendí para descargar las batería del ERS cuando vi a los comisarios llegando- No perdí la consciencia para nada, de ser así me habría ido hacia fuera, no hacia adentro de la curva. Fue una conmoción. Llegué al hospital en buenas condiciones. Hay un tiempo que no recuerdo, de dos a seis de la tarde, pero por la medicación que me dieron para el traslado en el helicóptero".