No es que el McLaren-Honda tenga poca potencia o baja fiabilidad, es tan catastrófico que ni siquiera los pilotos, Fernando Alonso y Stoffel Vandoorme, pueden pilotar buscando los límites. Deben conducir como taxistas. «No es sólo que el motor tenga poca potencia, también tiene problemas de fiabilidad, de consumo y esto tiene muchas implicaciones en el pilotaje, no podemos conducir normal ya que tenemos que hacerlo teniendo en cuenta el motor, mimándolo, para que aguante, para que no se rompa». explica el bicampeón del mundo en el paddock de Shanghai donde este fin de semana se disputa el GP de China.

En esta situación, con la temporada ya tirada a la basura nada más comenzar, solo le queda al asturiano pensar en las conversaciones que mantuvo con Mercedes este invierno y que él va actualizando de vez en cuando, tal y como confirmó Toto Wolff, el jefe de Mercedes, a Movistar TV. Suena a que Alonso es la primera opción de Mercedes para el próximo año, en caso de que el finlandés Valtteri Bottas no acabe de cuajar. Luego siguen el tetracampeón alemán Sebastian Vettel o el joven Carlos Sainz, que podría quedar libre de Red Bull.

Ayer, al llegar a China, donde este fin de semana se disputa el Gran Premio, el piloto asturiano habló con resignación pero sin perder la competitividad. «Prefiero estar aquí que estar en el supermercado de mi ciudad. Es como si tuviera una depresión por estar en Fórmula 1 y no es así».