Suele decirse que la verdadera temporada de F-1 comienza en el Gran Premio de España. Es habitual escuchar que el trazado de Montmeló pone a cada uno en su sitio, que el asfalto del Circuito de Cataluña evalúa el verdadero potencial de cada coche. Llega este año el Mundial a Barcelona con las fuerzas muy igualadas entre Ferrari y Mercedes, y con la silly season, la temporada de rumores sobre fichajes y cambios de asiento, muy adelantada, varios meses antes de lo que es tradicional, y con los dos pilotos españoles, Fernando Alonso y Carlos Sainz, en las quinielas de los cambios.

LLEGA LA REVOLUCIÓN

Liberty Media, los nuevos propietarios de la F-1 en lugar deBernie Ecclestone, tiene muy claro que hay que revitalizar el espectáculo. Chase Carey es la cabeza visible, y entre sus hombres de confianza, ha fichado a Ross Brawn como delegado técnico. Campeón con Benetton (2), Ferrari (5) y con su propia escudería Brawn (1), Brawn fue también el artífice del proyecto Mercedes, que ha ganado los tres últimos títulos. Nadie como él sabe de reglamento, de trampas y de cómo igualar fuerzas. Así que la Federación Internacional (FIA) sigue sus consejos para que el negocio no decaiga y mantener su principal fuente de ingresos.

EFE / JAUME SELLART

Kimi Raikkonen y Marc Gené intentan cambiar una rueda del Ferrari.

Entre otras cosas, entre Brawn y la FIA consiguieron prohibir una revolucionara suspensión que Mercedes diseñó en la pretemporada. Fue a última hora y pilló a la escudería de Brakleya contrapié. Ese golpe redujo la brecha entre Mercedes y Ferrari hasta dejarlos igualados, algo que el campeonato necesitaba. Ahora es Sebastian Vettel y su Ferrari quien comanda la clasificación de pilotos por delante de Lewis Hamilton. “Podemos ganar el campeonato”, dice Sergio Marchionne, jefe de Ferrari. “Ahora para ganar una carrera tenemos que hacerlo todo bien, no hay margen de error”, confirma Toto Wolff, jefe de Mercedes.

VETTEL, EL MÁS BUSCADO

Esa igualdad y la posibilidad real de que Ferrari aspire al título ha frenado lo que muchos daban por hecho: la migración de Sebastian Vettel de Ferrari a Mercedes, el fichaje del piloto alemán por el equipo alemán. La marcha de Nico Rosberg tras lograr el título dejó descolocado a Mercedes, que optó por firmar un contrato de solo un año a Valtteri Bottas porque este año "hay muchos pilotos que acaban contrato”. Uno es Vettel, otro Alonso. “Si esos rumores vienen de Italia, tendrás que preguntar en Italia; yo estoy centrado en esta temporada, únicamente”, se defiende Vettel. ¿Y la rocambolesca idea de que Alonso regresara a Ferrari junto al alemán? “Bueno, yo no firmo los contratos. Fernando tiene la reputación que tiene por algo, no solo por los títulos, y yo tengo que estar preparado para competir con todos los pilotos al otro lado del garaje”, dice el tetracampeón alemán.

“El año que viene quiero estar en un equipo que luche por el titulo. A partir de septiembre, estaré abierto a cualquier negociación ya sea en McLaren o en cualquier otro equipo”, anuncia Alonso, que ya saben, intenta capear el tedio de una temporada sin ninguna aspiración y con el peor coche de la parrilla, participando en proyectos como el de las 500 Millas Indianápolis. En cuanto acabe la carrera de Montmeló, sobre las cinco de la tarde, e irá corriendo al aeropuerto y, a las 12:00 de la mañana del lunes, estará sentado en el coche de la Indy para seguir con los entrenamientos de la mítica prueba americana.

Vettel dice no sabernada de su preacuerdo con Mercedes, mientras dicen que Raikkonen dejará Ferrari, Ricciardo le sustituirá y Sainz podría ir a Red Bull

Su proyecto en Indianápolis ha generado más tráfico en las redes que su segundo título de F-1, pero tiene claro que lo único que le interesa de la Indy es la victoria en las 500 Millas para unirla a Le Mans —probablemente participará el año que viene de la mano de Peugeot— y el GP de Mónaco de F-1: la Triple Corona.

SAINZ SUEÑA CON RED BULL

“Indianápolis es solo un aventura, mi mente sigue en la F-1”, asegura, pero solo si dispone de un coche competitivo. “Mi prioridad es estar en la F-1, pero solo si conduzco un coche competitivo, sea McLaren u otra escudería-. En septiembre decidiré mi futuro en F-1, o fuera de ella”. Y tener un coche competitivo en F-1 pasa por Mercedes, una opción por la que tendrá que luchar frente a Vettel o el propio rendimiento de Bottas este año.

Aunque por el paddock de Montmeló corre el rumor de un precontrato de Vettel con Mercedes, nadie descarta que ahora que su Ferrari funciona, acepte una renovación por la Scuderia. Lo que sí parece seguro es que este será el último año de Kimi Raikkonenvestido de rojo. Y todas las quinielas apuntan a Daniel Ricciardopara sustituirle en el equipo de Maranello. Y esa opción abriría la posibilidad de que Carlos Sainz diera el salto de Toro Rosso a Red Bull. “Mi objetivo es estar en un equipo que luche por el título, si es en Red Bull, mejor”, repite Carletes, cuyo futuro y contrato está en manos del equipo de la bebida energética. "Mi futuro está en manos del doctor Markko", suele repetir Sainz. Markko es el jefe del programa de pilotos de Red Bull.