Las chicas del waterpolo español ya no pierden ninguna guerra. Puede que cedan en alguna batalla, como en el partido inaugural del Europeo de Budapest, que acabó ayer, frente a Rusia, pero las guerreras no perdonan cuando huelen sangre de verdad. Ayer, en la final del torneo, apabullaron a Holanda (10-5, con parciales de 3-3, 2-0, 2-2 y 3-0) y se colgaron la medalla de oro continental apenas un año después de coronarse campeonas del mundo con la zaragozana Andrea Blas en sus filas.

Más oro para una selección que comenzó a hacer historia de la buena en su primera participación en unos Juegos, en Londres 2012, donde solo Estados Unidos puede torcer su camino. Aquella plata se unió a la primicia de otra plata conseguida en los Europeos celebrados en Málaga en el 2008. La mitad de aquel equipo fue el embrión del actual dream team que, entrenado por Miki Oca, no para de escribir páginas de oro. "Esta selección es inolvidable, son grandes campeonas dentro y fuera de la piscina. Son profesionales en su oficio y luego forman un colectivo unido y solidario espectacular", aseguró ayer de esas 13 chicas de oro el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal.

Solamente la propia Holanda e Italia habían conseguido con anterioridad enlazar los títulos mundiales y europeos de waterpolo femenino. Un ciclo de ensueño que el joven combinado español (no llega a los 24 años de media) quiere perpetuar, de momento, en los Mundiales de Kazán (Rusia) del año que viene, sin pensar aún en los Juegos de Río del 2016, donde perseguirán el único oro que le falta. Ni en los mejores tiempos de Manel Estiarte el waterpolo español había encadenado tantos éxitos.

Ellas son guerreras y no paran de batallar para mantenerse en la cúspide. Como hicieron ayer en una final que se presentó muy igualada --Holanda acumula 14 medallas, la última de ellas un bronce en el Europeo del 2010, y fue campeona olímpica en Pekín 2008-- y que no se desatascó realmente hasta el tercer cuarto. Holanda, invicta en el Europeo hasta ayer, se adelantó en dos ocasiones (0-1 y 1-2), pero el acierto de las boyas españolas no dejó que se fuera en el marcador. Maica García, considerada la mejor en este puesto, mantuvo al equipo enchufado y con sus tres goles de ayer (para un total de 14 en el torneo) se consagró también como la mejor jugadora del campeonato (MVP).

Maica marcó de todas maneras, pero un reverso desde cinco metros en el tercer cuarto dio una decisiva ventaja de 7-4 que abrió el horizonte del éxito al combinado de Miki Oca. La zaragozana Andrea Blas, la otra boya, anotó dos goles. Y junta a ellas aparecieron dos nombres apagados en las semifinales ante Hungría: Anni Espar mostró su sangre fría en dos disparos lejanos que limpiaron las telarañas de la portería y llevó al equipo al descanso con ventaja (5-3); y Roser Tarragó definió en el último cuarto con dos tantos en superioridad. Todas ellas jugaron protegidas por Laura Ester, que voló de palo a palo para completar un 69% de acierto.