En la configuración inicial de la temporada 2017-18 la intención del Tecnyconta Zaragoza era buscarle una cesión a Jonathan Barreiro. Con tres años más de contrato por delante y después de una temporada con muy pocos minutos, el club consideraba que el joven alero gallego debía continuar su formación y progresión en un equipo donde jugara con asiduidad. Fue el propio Barreiro el que decidió su destino, apostó por quedarse pese a todo dispuesto a ganarse los minutos aquí, en Zaragoza, donde había decidido comenzar su carrera en la ACB. Quince jornadas después es «fundamental» para el Tecnyconta, tal y como reconoce su entrenador, Jota Cuspinera.

Los técnicos son poco amigos de hablar de nombres propios. Prefieren, al menos en público, referirse al equipo, hacer valoraciones globales y entender las derrotas y las victorias como una cuestión colectiva. Ayer Cuspinera se saltó esta norma no escrita para mencionar específica y voluntariamente a dos jugadores. «Es injusto pero lo voy a hacer, felicitar a Jonathan. Ahora mismo comete errores de joven, como el triple que le deja al final a Landesberg, pero no me importa dentro de lo que cabe. Empieza a ser fundamental, ha hecho un gran trabajo sobre Landesberg, ayuda en el rebote y nos da tranquilidad tenerlo en el campo», enumeró Cuspinera para terminar con un aviso: «Espero que no se relaje». El segundo elogiado fue Dragovic, MVP de la jornada.

Los piropos a Barreiro son más que merecidos. El joven alero ha ido creciendo poco a poco ganándose su sitio en el equipo. Es titular habitual, aunque no con muchos minutos, empezó cumpliendo cada vez que estaba en la pista para ir siendo cada día un poco más importante hasta convertirse ayer en uno de los pilares del equipo. Por su acierto también pero, sobre todo, por su trabajo defensivo con Landesberg, el máximo anotador de la competición que no logró su primera canasta en juego hasta el minuto 27, y por su valentía al ir hacia dentro y, más aún, para jugarse los tiros calientes que nadie quería. Hizo 3/3 en triples y los hizo en situaciones clave, cuando el balón quema en las manos y las muñecas se agarrotan. Su buena actuación le hizo ganarse minutos cuando se decidía el partido, momentos que en otras ocasiones veía desde el banquillo. Ayer disputó cinco minutos en el último cuarto y los diez de las dos prórrogas.

Más protagonismo

Fue un ejemplo de madurez y de decisión. La de un jugador a punto de cumplir 21 años que supo lo que quería hacer con su futuro y lo está haciendo. El salto se ha visto sobre todo en los últimos partidos, en los que ha tenido más protagonismo ofensivo y, sobre todo, en los que está reduciendo sus malos momentos. Ha perdido a un buen apoyo en su amigo Sergi García, pero tras su salida ha dado un paso al frente para ser ese nuevo joven que ilusione a la afición. Su foto es la que aparece ahora a la entrada del pabellón en lugar de la del base. El Tecnyconta ha ganado un jugador y eso siempre es una buena noticia. Barreriro quiso quedarse en Zaragoza y, de momento, está ganando la apuesta.