Han pasado veinte años desde que el combinado nacional femenino disputara su primer campeonato europeo. Las jugadoras llegaron a semifinales, teniendo posibilidades de poder disputar la fase final, algo que semanas antes se antojaba quimérico. Italia fue verduga de aquel sueño, aunque se trató de una derrota no del todo amarga. Esta primera experiencia fue un precedente de cara al futuro. Una de las pioneras en el fútbol femenino, Toña Is, fue emblema de aquella selección y ahora estará presente como ayudante del entrenador Jorge Vilda. Ambos dirigirán a un bloque que tratará de demostrar, desde hoy ante Portugal, el auge del deporte femenino en el Europeo de Holanda.

El joven seleccionador es fiel a una filosofía basada en el esfuerzo diario, trabajar de forma constante para poder construir un esperanzador mañana. Una actitud marcada a fuego en esta selección, que llega con la ambición de luchar con ilusión y sin complejos. La equipo nacional competirá dentro del Grupo D, donde se enfrentará a Escocia, Portugal e Inglaterra. Jorge Vilda ha alistado un bloque integrado por jugadoras de distintas edades y donde ha primado el estado físico con el que llegaba cada una de ellas. Entre las 23 convocadas destacan Silvia Meseguer, Bárbara Latorre y Mapi León, las tres unidas por su sentimiento aragonés.

De origen turolense, Silvia Meseguer llega a esta exigente cita tras haberse proclamado campeona de Liga y subcampeona de la Copa de la Reina con el Atlético de Madrid. Esta será la segunda Eurocopa de la hijariana, después de haber sido citada en 2013 por el antiguo seleccionador Ignacio Quereda. Su papel como jugadora de experiencia y jerarquía en el centro del campo se antoja de gran relevancia para el equipo. Otra aragonesa que viste de rojiblanco es Mapi León, también galardonada tras la exitosa temporada del club colchonero. La zaragozana se está asentando en las convocatorias tras afianzarse como una de las mejores zagueras durante la pasada campaña en la Liga Iberdrola. Bárbara Latorre será una de las referencias ofensivas de esta selección. La atacante dio sus primeros pasos como jugadora de fútbol sala en Fabara, pueblo de la provincia de Zaragoza, y desde entonces no ha dejado de crecer dentro del fútbol nacional. Su nombre relució a nivel internacional después de anotar un gol antológico ante el Espanyol. Las tres confían en cumplir con la línea ascendente que vive el fútbol femenino, una selección española que contará con un destacado aroma aragonés.