Habrá denuncia. Los árbitros no solo quieren investigar a Piqué sino que también desean tomar medidas. El conflicto entre el estamento arbitral, liderado por Victoriano Sánchez Arminio, el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), y el central azulgrana pasa de las palabras a los hechos. No hay vuelta atrás. Cada semana que transcurre, la situación se crispa más. Piqué ha dejado claro que no quiere callarse ante lo que él considera una injusticia. Los árbitros tampoco.

Todo arrancó en San Mamés. Ese fue el primer episodio. Pero no se detuvo en el partido de Copa cuando Piqué recordó que «todos sabemos cómo funciona esto». «El abogado lo verá y se decidirá, pero, lógicamente, cuando se meten así con el estamento, hay que denunciarlo», recalcó ayer Sánchez Arminio, trasladando así la responsabilidad al Comité de Competición. El CTA remitirá un escrito a ese comité para que investigue las palabras de Piqué.