Más que un fracaso, que a este Real Zaragoza heredado de una anterior etapa terrible siempre hay que juzgarlo prorrateando la tremenda losa económica que arrastra, otro año en Segunda División sería un gran riesgo para su futuro. Financiero primero y deportivo, después. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ya le ha deslizado a la SAD que en el caso de no subir esta temporada para la que viene dispondría de un límite salarial más bajo para la plantilla, aunque el límite de las 18 fichas profesionales desaparecería. Más fichas pero menos dinero. Embarazosa ecuación.

El futuro de este Zaragoza pasa irremediablemente por el ascenso inmediato a Primera División. Ahí es donde están los mejores equipos, ahí es donde está el glamour, ahí es donde están los mejores estadios, ahí es donde se ven los mejores partidos. Y ahí es donde está el dinero. Y con él, la salvación.