El Real Madrid volvió a pinchar en Liga después de ofrecer una mala imagen ante el Villarreal y perdió 0-1 en el estadio Santiago Bernabéu con una gran actuación del portero Sergio Asenjo y un tanto de Pablo Fornals que acabó con la paciencia del público del Santiago Bernabéu. Su enésimo pinchazo ante el Villarreal es el definitivo. Tendrá que centrarse en la Copa y en la Liga de Campeones. No queda otra.

Zidane, cariacontecido tras el tanto de Fornals en los últimos minutos, que dio la primera victoria en la historia al equipo castellonense en el Bernabéu, afrontó el duelo sin revoluciones en el once. El partido ante el Numancia de Copa dejó tocados a los menos habituales y no hubo sorpresas en la alineación del francés, que volvió a confiar en los de casi siempre pero sin los lesionados Sergio Ramos y Benzema.

Todo lo que hace no mucho tiempo entraba, ahora no. En esta ocasión, parte de culpa la tuvo Asenjo, que cuajó un excelente partido con varias intervenciones de mérito. Acumuló unas cuantas. La segunda, tras la opción de Marcelo, llegó en el minuto 23, cuando despejó al larguero una falta lanzada por Ronaldo, que poco después mandó fuera un mano a mano ante el portero del Villarreal y en su siguiente ocasión, tras una internada por la banda derecha, chutó fuera.

Calleja sacó a Cheryshev por Raba en el descanso para dar más de velocidad al Villarreal, que dejó de esconderse atrás. El partido se convirtió en un correcalles en el que ningún equipo parecía tener el control absoluto, aunque quien más brillaba era Asenjo. Era el día del portero del Villarreal.

Los cambios de Zidane no funcionaron. El Real Madrid empujó sin cabeza, se lanzó hacia arriba, no tuvo más ocasiones y dejó muchos espacios que podía aprovechar el Villarreal. A dos minutos del final, en un contragolpe, apareció Fornals para recoger una parada de Keylor Navas y batirlo con una sutil vaselina.