El mallorquín Juanan González y el madrileño Yuma eran los dos jugadores españoles del Rayo Oklahoma City el año pasado, compañeros de Georgios Samaras, que desde agosto tuvieron también a un entrenador español, el reusense Gerard Nus, tras sustituir a Alen Marcina. El centrocampista Yuma, de 31 años y que militó en el Rayo, en el Salamanca o en el Ontinyent, entre otros, aún sigue en la North American Soccer League, enrolado en las filas del Puerto Rico FC. Por su parte, el central Juanan está en el Bengaluru de la India tras ser con 29 años un auténtico trotamundos y pasar los filiales del Deportivo y el Madrid, en Alemania (Fortuna), Hungría (Ujpest FC), Recreativo y Leganés.

Samaras firmó por el Rayo OKC en marzo del 2016. Llegó fuera de forma y le costó, pero acabó jugando 23 partidos, 13 de titular en la Regular Season (1.231 minutos) y uno en la Championship (los playoffs).

Samaras, Yuma y Juanan llegan, con algunos días de diferencia, durante marzo pasado. «Necesitaba al principio coger el ritmo del equipo y con Alen Marcina no entró mucho porque tenía una concepción muy distinta al fútbol europeo. Con Gerard jugó mucho más, es cuando mejor estuvo allí», indica Yuma.

Juanan aclara que el delantero griego llegó tras mucho tiempo sin entrenar, lo que se notó al principio. «Yo estuve menos de cuatro meses con él allí al irme en junio. Llegó tras haber pasado esos problemas de espalda y le faltaba coger un montón de físico, de trabajo, ganar en ritmo de competición y en velocidad, que es vital en su fútbol. Por eso le costó. Pero era normal porque llevaba tiempo sin entrenar, nos hubiera pasado a cualquiera. Y él no vino así por haberse dejado, sino por esas molestias», dice el defensa balear, que añade que «Georgios no se perdió un entrenamiento mientras yo estuve».

Yuma se quedó en la franquicia rayista hasta que este equipo fue eliminado por el New York Cosmos el 6 de noviembre tras acabar en cuarta plaza la Regular Season. «Allí no estuvo nunca lesionado. En el último tramo de la Liga lo vi bien, con fuerza y con ganas. Para mí no es un delantero centro, aunque puede jugar ahí, sino un segundo punta o un extremo. Tiene calidad, en eso va sobrado, igual que en la definición», explica Yuma, que es consciente de la diferencia de nivel entre la Segunda española y la NASL: «La exigencia física allí es alta porque hay muchos jugadores potentes y fuertes, lo que es diferente es la calidad, que no hay tanta», recalca.

Juanan coincide en que Samaras puede jugar en ambas posiciones, tanto en la banda como arriba: «Con el paso del tiempo mejoró mucho físicamente. Jugaba más en la banda y se iba de todos. Tiene mucho gol y un buen disparo con las dos piernas».

¿Y en el vestuario? «Es un fenómeno, tiene una humildad enorme. No se porta como un estrella a pesar de que tiene un currículum de crack», incide Yuma, que tenía con él la barrera idiomática como problema. «Hablaba poco con él, porque yo no sabía aún mucho inglés y él no sabe nada de español, pero en el campo me asociaba bien. Es fácil jugar con futbolistas así».

Juanan complementa esa aseveración con otra muestra del carácter del jugador. «Llegaba como jugador estrella a una Liga de más bajo nivel. Podía llegar subido como otros, pensando solo en pasar los últimos años de carrera. Al contrario, en el vestuario ayudaba siempre, daba consejos a los jóvenes, que había muchos, y se le notaban las ganas cada día».

La última pregunta surge fácil. ¿Cuánto puede aportar el actual Samaras en el Zaragoza y en Segunda? Juanan lo tiene claro: «Mucho, de verdad que sí. Puede darle muchísimo gol y capacidad arriba. Para él también será motivador jugar en un histórico como el Zaragoza». Por su parte, Yuma también cree en el acierto: «Ojalá vuelva al nivel que tuvo. Es un buen tipo, se lo merece».