Tampoco llegó en Bilbao la primera victoria del Tecnyconta Zaragoza. El equipo aragonés perdió un partido que pudo y debió haber ganado ante un rival que no ofreció una versión muy elevada porque se estrelló en su propia forma de juego (77-72). Incapaz de anotar un solo punto en los últimos cinco minutos de partido, encajó un parcial de 15-0 que dio al traste con los diez puntos de ventaja que había acumulado en los tres minutos en los que Blums entró en trance desde la línea de tres. En ese tramo final el único recurso aragonés fue darle todos los lanzamientos a Gary Neal, que cometió un error tras otro en los dos lados de la pista. No hubo soluciones ni desde la pista ni desde el banquillo.

Después del partido se quejó Jota Cuspinera de la diferencia de criterio arbitral, del hecho de que en las primeras cuatro jornadas los rivales han tirado casi el doble de tiros libres que él. El juego de ataque del Tecnyconta evita el contacto con el rival y, además, el técnico eligió para hacerlo el día que menos diferencia hubo en ese aspecto. El Bilbao fue 13 veces a la línea de tiros libres por 9 el Tecnyconta. No perdió ahí el partido el equipo aragonés, sino en sus propios errores, que volvieron a ser muy parecidos a los de las primeras jornadas.

El juego del Tecnyconta no solo volvió a basarse en los lanzamientos de tres, un estilo tan válido como cualquier otro, sino que en muchas fases se convirtió en un correcalles en el que el primer jugador que tenía el balón lanzaba nada más llegar al 6,75. Ni balones interiores, ni un poco de circulación, ni un bloqueo... Con el consiguiente fallo y la oportunidad para el rival sin un buen balance defensivo. El Tecnyconta anotó ayer 8 triples, cuatro de ellos en el último cuarto y casi consecutivos (tres de Blums y uno de Sergi García). Estuvo a punto de salirle bien pero cuando parecía que la moneda iba a caer de cara, salió la cruz.

Fue la tónica durante casi todo el partido. Cuando tuvo acierto, el Tecnyconta mandó en el marcador, como en el primer cuarto con un enchufado Tomás Bellas, pero en el segundo eso ya no funcionó y el Bilbao pudo darle la vuelta. En el tercero apareció Varnado y el Tecnyconta dio otra impresión. El pívot puso un par de tapones y, al fin, le buscaron por dentro. También Tomás Bellas buscó algo más las penetraciones y todo eso dio otro aire al juego aragonés. El partido se mantuvo igualado porque ambos rivalizaban en errores cometidos.

En el momento decisivo la suerte pareció sonreír al Tecnyconta. El equipo aragonés empezó sumando de tres en tres el último cuarto y logró una ventaja de diez puntos a falta de cinco minutos (62-72). Ahí se acabó el Tecnyconta. Los últimos cinco minutos fueron un despropósito lleno de errores y el Bilbao solo tuvo que colarse tranquilamente por la puerta que el equipo aragonés le abrió de par en par. No generó juego, ni siquiera para sus mejores tiradores. Con lanzamientos rápidos y forzados, el equipo fue perdiendo poco a poco la ventaja sin que nadie le pusiera remedio.

No tuvo recursos el Tecnyconta, que ya ve reducida su rotación. Sin De Jong por su fractura en la nariz, Triguero tuvo una presencia casi testimonial, como Michalak o Mazalin. Suárez sufrió problemas de faltas y Sergi García tuvo menos espacio ante el liderazgo de Bellas. El Tecnyconta necesita más de todos ellos, pero sobre todo de quienes tienen la calidad, la veteranía y la condición para asumir la responsabilidad y la anotación. Porque al equipo le siguen faltando cosas para ganar.