Entre gritos de "mercenarios, mercenarios" por parte del público, el Atlético puso fin a su andadura en la Copa ante el Albacete, un equipo de Segunda B, que ya venció 2-1 en la ida y también lo hizo ayer en el Calderón (0-1). Marcó en el primer minuto, pero el equipo de Manzano fue incapaz de reaccionar. La misma suerte corrió el Villarreal, que cayó en casa ante el Mirandés (0-2) y eso le costó el puesto a Garrido. También dijo adiós el Betis, que había caído 1-0 en la ida, y al que no le valió su victoria frente al Córdoba (2-1).

El Calderón asistió a un deplorable espectáculo de su equipo, que vio cómo se esfumaban sus posibilidades en una competición en la que tenían puestas todas sus esperanzas. El Atlético es un equipo roto y sin alma ni fútbol. En 180 minutos solo fue capaz de marcarle un gol a un equipo de Segunda B. Ayer derrochó impotencia y crispación después de ver cómo Curto marcaba en el primer minuto de fuerte disparo.

"Estoy muy jodido y pido perdón". Será la última vez que lo haga Gregorio Manzano, que no se comerá el turrón como técnico del Atlético. Todo está preparado para que Diego Simeone se haga cargo del equipo. El exjugador argentino ha abandonado el Racing de Avellaneda y podría llegar a Madrid en las próximas horas.

Mejor le fue al Mirandés, que ganó al Villarreal gracias a dos tantos de Pablo Infante. La derrota provocó la inmediata destitución de Juan Carlos Garrido. El Levante tuvo que esperar a la prórroga, en donde un gol de Koné (m. 101) dio el pase a su equipo, que venció 4-1 al Deportivo y remontó el 3-1 de la ida. De nada le valió al Granada vencer 2-1 a la Real Sociedad después de caer 4-1 en la ida. Tampoco los cuatro goles que le marcó el Rayo al Racing (4-3) ni los dos que hizo el Getafe en Málaga (2-2). Al Osasuna le bastó el empate ante el Almería (1-1), mientras que el Atlhetic volvió a vencer al Oviedo (1-0) y estará en octavos.