La Amstel Gold Race, la principal carrera ciclista que se disputa en Holanda, y la clásica que abre la competición en las Ardenas (el miércoles se disputa la Flecha Valona y el domingo la Lieja-Bastoña-Lieja, ambas en Bélgica), mantuvo este domingo las tradiciones en la entrega de trofeos a los vencedores, en ambas categorías, femenina y masculina. Sin embargo, quisieron dar un toque personal a la función de trofeos en el podio.

De este modo, Anna Vanderbreggen, triunfadora en la prueba femenina, recibió el ramo y los trofeos de manos de dos azafatos, vestidos con esmoquín, mientras que Philippe Gilbert, que logró su cuarta victoria en la carrera, mantuvo los clásicos besos de azafatas. Esta temporada se ha abierto un debate sobre la presencia femenina o no en las ceremonias protocolarias y algunas carreras han incorporado a niños a la hora de entregar los premios.